En el gobierno existía malestar porque consideraba que sus predecesores no habían tenido en cuenta un calendario de pagos, lo que en la práctica suponía una concentración de las obligaciones en determinados espacios de tiempo, estrangulando financieramente a la Comunidad. Tras tres incumplimientos en los primeros meses de 2018, la Consejería de Hacienda inició un cambio de la estructura de la deuda pública, buscando además unas mejores condiciones financieras que las que obtenía a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
Ese movimiento provocó que en 2019 la Comunidad renegociara deuda con operaciones por encima de 650 millones de euros, un 35% más de lo previsto inicialmente. Ese camino no sólo ha continuado en los dos años sucesivos, sino que el Ejecutivo ha intensificado el volumen de renegociación. En 2020 el gobierno llevó a cabo operaciones que superaban en casi 1.600 millones de euros las previstas inicialmente (61,6%). Pero fue el año pasado cuando se produjo el mayor impulso con unos movimientos que superaban en 2.062 millones lo aprobado en la Ley de Presupuestos.
Esta renegociación de la deuda pública supuso a la par las correspondientes liquidaciones anticipadas y unos mayores costes por la formalización de las operaciones. No obstante, las mejores condiciones de los créditos firmados ya se notan en los presupuestos de gastos. El año pasado, el ahorro en intereses fue de casi 30 millones (-18,2%). En los dos primeros años de la reestructuración los ahorros fueron de 6,7 millones (3,1%) en 2019 y de 10,1 millones (4,8%) en 2020.