Esta balanza muestra la diferencia entre el gasto que el Estado realiza en una comunidad y los ingresos que obtiene de ésta, generándose déficit fiscal cuando los ingresos obtenidos del territorio son superiores al gasto que se destina a sus ciudadanos.
Según la metodología del flujo monetario, que refleja el gasto efectivo que realiza el sector público central y mide el impacto económico de la actividad del Estado sobre Cataluña, el déficit fiscal de Cataluña en 2019 fue de 20.196 millones de euros, lo que se traduce en un 8,5% del PIB catalán, mientras que Cataluña aportó el 19,6% del total de ingresos del sector público central y recibió el 13,4% del gasto.
Estos resultados forman parte de una aproximación de la balanza fiscal para 2019, ya que desde la Conselleria se ha apuntado a que "el Estado los últimos años no ha pasado la información que pasaba habitualmente".
Para solventarlo, los técnicos de la Conselleria han estimado que las cifras en estos apartados se mantenían estables con respecto a la media del 2015 y 2016, que es el último balance realizado.
Además, según los datos de los que dispone el Govern desde 1986, utilizando la metodología del flujo monetario, el déficit fiscal se sitúa en este periodo en una media del 8% del PIB catalán.
Sobre los resultados, Giró ha matizado que estos 20.196 millones de euros de déficit representan "el 53% del Presupuesto del Govern de Catalunya, y es equivalente al presupuesto de sanidad, educación y derechos sociales de este 2022".
Según él, si Catalunya dispusiera de este dinero, la Generalitat "podría invertir casi 2.700 euros cada año de más por cada ciudadano" catalán.
"MALTRATO SISTEMÁTICO, ENDÉMICO Y DESLEAL"
Durante su intervención, Giró ha considerado que estos resultados plasman que el "maltrato económico del Estado a Catalunya es sistemático, endémico y desleal".
Ha asegurado que no es una cuestión puntual y que "el rastro de esta relación económica tan desigual se puede encontrar en cualquier momento de la historia, independientemente de quien gobierne el país".
Así, ha afirmado que el déficit fiscal es del 8% del PIB de media desde el 1986: "Es decir, hace más de 35 años que los catalanes pagamos prácticamente un diezmo a España y no sabemos bien a cambio de qué".
También ha destacado que este déficit es consecuencia de un sistema de financiación que, a su juicio, se está convirtiendo en "un procedimiento de control político para someter a un país que quiere hacer escuchar su propia voz", en referencia a la independencia de Cataluña.
NUEVO MODELO DE FINANCIACIÓN
Sobre la necesidad de un nuevo modelo de financiación autonómico, Giró ha dicho que "estará abierto a escuchar" si se abre una negociación con la voluntad real de llegar a un acuerdo.
De todas maneras, ha apuntado a que "en estos momentos no hay ningún papel ni propuesta ni debate abierto" sobre un nuevo modelo de financiación.
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