Si en febrero los datos indicaban un mayor emprendimiento, los datos caen con fuerza a partir de este mes en el que se inició la invasión de Ucrania por parte de Rusia y el estallido del conflicto bélico y de sus derivadas económicas, una tendencia sólo rota en el mes de junio. Algo parecido sucede en España, cuya demografía empresarial empieza a resentirse a partir de abril, en un proceso de aceleración en los meses siguientes.
Quizás el dato más relevante es que las nuevas compañías de nuestra región nacen con menos capital social. En este año, las empresas creadas lo han hecho con un total de 54,5 millones de euros, la cifra más baja del periodo en los últimos años, salvo en 2020, donde el estallido de la pandemia y el confinamiento paralizaron la actividad económica.
El movimiento demográfico empresarial en nuestra Comunidad deja 1.516 sociedades mercantiles (número de empresas creadas menos el de disueltas) más. Ese saldo neto es menor en un 4,7% que el registrado en los siete primeros meses de 2021.
En el conjunto del país el saldo empresarial en los siete primeros meses de 2022 es de 46.785 empresas, tras 62.198 constituciones (2.153 menos que un año antes) y 15.413 disoluciones (1.106 más). Un año antes la variación entre empresas nuevas y disueltas se saldaba con 50.044. También se ha reducido el capital de constitución que las nuevas compañías inyectan a la economía, que ha pasado de los 3.292,5 millones en los siete primeros meses de 2021 a los2.944,4 en el mismo periodo de 2022 (-10,6%).
Los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística están referidos a julio. Otros estudios, como el de D&B (https://www.clm21.es/noticia/27936/empresas/la-creacion-de-empresas-en-clm-se-reduce-un-1754-hasta-finales-de-agosto.html?cache=true) basados en los registros mercantiles ya anticipan que la desaceleración en la creación de empresas en nuestra Comunidad se acelera aún más en agosto, donde la caída contabilizada es del 17,54% interanual
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