O lo que es lo mismo, la Junta de Comunidades dispone de un empleado por cada 26,69 habitantes de la Región, los Ayuntamientos y Diputaciones uno por cada 55,47 y la relación del gobierno central es de uno por cada 121,45.
En comparación con el resto de Comunidades Autónomas y de población total, Castilla-La Mancha está por debajo de la media nacional en empleados de la administración central, todo ello a pesar de que hay algunas transferencias que no han sido transferidas a la Región, como es el caso de la Justicia, en la que trabajan 2.177 personas en Castilla-La Mancha (1 por cada 945,36 ciudadanos)
La Comunidad tiene 8.624 personas trabajando para las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad del Estado, lo que supone que cuenta con una persona de estos cuerpos por cada 238,64 habitantes. La media nacional es de 1 por cada 180,42.
Respecto a otras regiones, Castilla-La Mancha tiene un trabajador de la administración autonómica por cada 26,69 personas frente a la media, que se sitúa en uno por cada 29,44. Extremadura es la región con mayor índice de empleados públicos autonómicos en comparación con su población total; cuenta con uno por cada 20,44 habitantes. Le siguen Aragón (por cada 22,25 aragoneses) y Asturias (por cada 22,71 asturianos). Las regiones con menos personal en sus administraciones autonómicas son Baleares (uno por cada 37,20), Cataluña (uno por cada 35,49) y Madrid (uno por cada 34,7). Las ciudades autónomas son las que menos personal tienen en sus ámbitos de competencia, si bien los servicios sanitarios, que son los de mayor volumen de personal en las administraciones autónomas, los presta la Administración Central, a través del Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA).
La provincia con mayor número de trabajadores públicos es Toledo, con 43.549, lo que equivale a uno de cada tres empleados de las administraciones, de ellos casi 26.000 dependen de la Junta de Comunidades.
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