Uno de los datos clave de la actividad económica de los últimos cuatro años en Castilla-La Mancha ha sido el del mercado exterior. Las exportaciones en 2022 (último ejercicio cerrado antes del proceso electoral de 2023) han crecido un 40,07% respecto a 2018 (último ejercicio cerrado antes del proceso electoral de 2019). El crecimiento exportador ha sido 4 puntos porcentuales registrados por la media nacional (36,18%).
Todas las actividades ligadas a la internacionalización (transporte y logística entre ellas) se han visto empujadas al alza por el aumento de la actividad exportadora de nuestra economía. Los bienes de consumo de Castilla-La Mancha en 2022 han generado una cifra internacional de negocios de 4.649 millones de euros (+32,79% respecto a 2018), que se ha visto superada por primera vez por la de bienes intermedios, con una facturación de 4.730,9 millones (+47,46%). Los bienes de capital se anotan unas ventas de 840,8 millones de euros, con un crecimiento del 43,4% respecto a los datos de 2018.
Las exportaciones de Castilla-La Mancha representan hoy el 2,63% del total del mercado internacional español, frente al 2,56% de 2018.
A pesar del fuerte incremento exportador, la balanza comercial se ha deteriorado por un mayor peso de las compras internacionales. Si en 2018, las importaciones realizadas por las empresas de Castilla-la mancha supusieron una factura de 9.223,43 millones de euros, en 2022 llegaron a los 14.602 millones de euros, un 58% más. Este incremento ha provocado que el déficit de la balanza exterior que en 2018 era de 1.926,5 millones de euros haya pasado a ser en 2022 de 4.381 millones.