Efectivamente, en 2020 Castilla-La Mancha logró terminar el ejercicio con sus cuentas saneadas, con un superávit de 246 millones de euros y en 2021, otro tanto, con una capacidad financiera de 91 millones de euros. Bien es verdad que en ambos ejercicios se produjeron fondos extraordinarios por parte del gobierno central para hacer frente al coste de la pandemia. Aunque no es menos cierto que esos ingresos tuvieron sus correspondientes partidas de gasto tanto en la sanidad, como por los fondos destinados a mantener y proteger el tejido productivo de la Comunidad.
Retirados los fondos extraordinarios, la Comunidad volvió a la senda del déficit en 2022, con la cifra más alta desde 2011. Los 893 millones de desfase registrados el ejercicio pasado tuvieron su origen en una fuerte caída de los ingresos fiscales, en términos que no se daban desde la crisis financiera, y en un recorte de los fondos provenientes del gobierno central para financiar la Comunidad. En total los ingresos gubernamentales se contrajeron un 4,31% La Comunidad se anotó un déficit del 1,92% de su PIB, cuando el valor de referencia aconsejado para las Comunidades era del 0,6%. Y es que desde la pandemia, las reglas fiscales están suspendidas y los valores empleados son de referencia. Habría que remontarse a 2013 (208%) para encontrar valores relacionados con el PIB más altos que los de 2022.
Desde que el consejero Juan Alfonso Ruiz Molina se hizo cargo de la cartera de Hacienda, Castilla-La Mancha inició una senda de reducción de su déficit, con una excepción, 2019, año en el que el gobierno central no liquidó adecuadamente la financiación a las Comunidades Autónomas por el ejercicio cerrado de 2017.
En 2016, el gobierno regional logró rebajar a la mitad el déficit alcanzado en 2015. El 0,85% de desajuste entre ingresos y gastos de 2016 fue el punto de partida para una reducción escalonada: 0,70% en 2017; 0,33% en 2018 (en ambos cumpliendo con los límites fijados para las Comunidades Autónomas). Tras el repunte al 1,21% de 2019 por los recortes en la financiación por parte del gobierno central, en 2020 las cuentas entraban por primera vez en superávit (0,63%) que se mantuvo en 2021 (0,22%).
Esta senda ha tenido su reflejo en la evolución del endeudamiento de la Comunidad, que será motivo de un próximo reportaje dentro del capítulo que clm21.es, con motivo de las elecciones del 28-M, está dedicando al comportamiento económico y financiero de Castilla-La Mancha en la legislatura.