Ese movimiento de alcaldes en las 16 grandes poblaciones de Castilla-La Mancha tras las elecciones del 28 de mayo, supone que el PSOE pierde el control de 633,45 millones de euros y retiene sólo 189,7 millones de euros.
En la provincia de Albacete, de los cuatro municipios más poblados, el PP sólo gobernaba en Villarrobledo (22,3 millones de presupuesto municipal). Tras el 28-M conserva esa alcaldía y añade las de Albacete y Hellín, que arrastran 174 millones de euros de los presupuestos de ambas localidades. El PSOE sólo conserva Almansa, donde Pilar Callado gestionará 26,3 millones de euros anuales.
En Ciudad Real, los socialistas mantienen Alcázar (38,35 millones de presupuesto) y Valdepeñas (casi 36 millones). El PP administrará 158,67 millones de los ayuntamientos de Ciudad Real (77,17), Puertollano (50,48) y Tomelloso (31 millones).
En Cuenca sólo la capital entra en el rango de las ciudades más pobladas. El PSOE retiene la alcaldía y la gestión de los 38,35 millones de euros del presupuesto municipal.
En Guadalajara, el socialista José Luis Blanco mantiene la alcaldía y el control de los 36,67 millones de euros de fondos municipales. La pérdida de la capital por Alberto Rojo deja a la popular Ana Guarinos un presupuesto de 91 millones de euros.
Finalmente, en la provincia de Toledo, los socialistas sólo mantienen Illescas, donde su alcalde José Manuel Tofiño gestiona el presupuesto municipal próximo a los 32 millones. El popular Carlos Velázquez gestionará en la capital 114 millones. En Talavera, el también popular José Julián Gregorio administrará 73,2 millones y en Seseña, de nuevo en manos populares, el PP gestionará un presupuesto municipal superior a los 22 millones de euros.
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