Este documento se vertebra en torno a siete ejes que considera esenciales para estructurar las políticas económicas de los próximos años y garantizar el crecimiento de la economía y la creación de empleo.
El primero de los siete ejes es el valor de las empresas como garantía de crecimiento, lo que incluye favorecer el espíritu emprendedor, potenciando las vocaciones empresariales.
En esta misma línea, como segundo eje, el documento pide un marco regulatorio y económico favorable a la empresa, que permita la inversión y no entorpezca la actividad económica.
Resto de ejes
El tercer eje solicita un entorno que impulse la competitividad de la economía, en especial a través de las reformas estructurales que corrijan los desequilibrios económicos pendientes y permitan desarrollar un marco favorable a la inversión, lo que pasa por una reducción de la presión fiscal.
El cuarto eje señala que el modelo económico está en transformación con restos como la digitalización y la sostenibilidad donde los fondos europeos deben tener un papel fundamental.
El quinto eje ofrece propuestas para impulsar los sectores de la economía con el objetivo de lograr un crecimiento más sólido, incluidas medidas para revalorizar el sistema agrícola y pesquero y fortalecer la industria.
El sexto eje de las prioridades tiene que ver con ampliar el espacio de las oportunidades para los ciudadanos con mejoras en el sistema educativo, y el impulso y modernización del sistema sanitario y un mayor esfuerzo institucional para reforzar la viabilidad del sistema de pensiones, mientras que el séptimo eje se fundamenta en el compromiso de España con la Unión Europea para lo que debe promover un papel reforzado y activo del país en las negociaciones para afianzar su peso en las instituciones comunitarias.
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