Tras Castilla-La Mancha, la Comunidad con menor volumen de facturas reconocidas pendientes de pago se sitúa Madrid (0,32%), el País Vasco (0,36%) y Canarias (0,37%).
Además, Castilla-La Mancha cerró diciembre pagando a sus proveedores por debajo del límite legal de 30 días. La mayor deuda de Castilla-La Mancha, así como del conjunto de regiones era con el sector sanitario: 107,6 millones de los 144,8 totales en el caso de nuestra Comunidad y 4.656,1 de los 6.954,7 en el total autonómico
Los datos de la Intervención general del Estado revelan que las autonomías terminaron el año pasado con una deuda no financiera de 20.408 millones de euros, equivalente al 1,40% del PIB, de los que 6.954,7 millones eran con proveedores y el resto con beneficiarios de ayudas, subvenciones o aportaciones para convenios y acuerdos.
Si se tiene en cuenta toda la deuda no financiera, Castilla-La Mancha terminó 2023 como la tercera región española que debía menos dinero, 454,4 millones de euros, equivalentes al 0,90% del PIB. Sólo los gobiernos de Díaz Ayuso en Madrid (0,54%) y de Iñigo Urkullu en el País Vasco (0,83%), presentan mejores registros que el del presidente García-Page.
Los datos de Castilla-la mancha tanto en el global de la deuda no financiera como en el específico de facturas pendientes de pago se movieron en los mismos parámetros que en 2022, cuando la región cerró con el 0,29% del PIB de deuda comercial y el 0,95% de deuda no financiera total.
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