Esos son las principales conclusiones que se extraen de la encuesta que elabora el Instituto Nacional de Estadística para establecer el Índice de Confianza Empresarial. Esa encuesta tiene dos escenarios. El primero (de situación), sirve para medir la marcha de los negocios en el trimestre anterior y, el segundo, (de expectativas) establece las perspectivas sobre el trimestre entrante. Ambos se conforman con la opinión de los gerentes de establecimientos sobre la marcha de sus negocios. A partir de ambos indicadores se establece el Índice de Confianza Empresarial (ICE).
El ICE de Castilla-La Mancha del cuarto trimestre cae 1,3 puntos respecto al trimestre anterior, lo que representa un descenso del 0,88 por ciento. No obstante, los empresarios son más optimistas que hace un año. Ese mayor optimismo traducido a cifras es del 3,93 por ciento.
Tradicionalmente, el empresariado castellano-manchego es más optimista que el nacional. De las 20 encuestas trimestrales realizadas, tan sólo en una, la del segundo trimestre de 2014, el índice de confianza empresarial castellano-manchego estuvo por debajo del nacional.
A nivel nacional, la confianza cae 1,5 puntos, lo que supone un descenso del 1,1 por ciento trimestral. Sin embargo, el clima es más positivo que el año pasado en un 3,04 por ciento. El descenso nacional también llega tras seis trimestres al alza.
El 60,4 por ciento de los empresarios de la Comunidad tienen unas expectativas normales para el último trimestre del año, otro 20,3 por ciento las ven desfavorables y un 19,3 positivas. Eso arroja un saldo de pesimismo entre los empresarios de cara a la recta final de año en la que nos encontramos, en concreto de 1 punto (opiniones favorables menos las desfavorables).
A nivel nacional, el empresariado es más optimista de cara al futuro inmediato de sus negocios. El índice de expectativas en positivo en 5,2 puntos al ser las opiniones favorables del 21,1 por ciento y las desfavorables del 15,9 por ciento.
Por lo que respecta al periodo de julio a septiembre, la opinión de los empresarios castellano-manchegos cambia y los que creen que se ha dado mejor que el trimestre anterior (el 23,1%) superan a los que opinan que se ha dado peor (el 18,4%). Esa diferencia de 4,7 puntos está en consonancia con las expectativas anticipadas por los empresarios para ese periodo, que fue de 4,6 puntos.
Esta situación no suele ser habitual. En la mayoría de los trimestres las expectativas suelen ser mejores que los resultados de situación que posteriormente declaran los empresarios.
En la actual legislatura, sólo en los periodos de marzo a junio y de julio a septiembre de 2017, las expectativas económicas del empresariado castellano-manchego han sido positivas. En cuanto al índice general de confianza este reflejó una caída con el cambio de gobierno que no logró recuperar los niveles previos hasta el final de 2016.
Si (
No(
