Un mal dato económico coincidiendo con el primer aniversario del gobierno de García Page: la producción de las industrias de Castilla-La Mancha volvió a bajar en el mes de mayo y lo hizo a mayor ritmo que el conjunto de meses anteriores.
En concreto, durante mayo bajó en 2,6 puntos y en el conjunto del año, la pérdida acumulada de la actividad de nuestro sector secundario se retrajo un 0,8 por ciento.
Estos datos sitúan a nuestra industria con un dinamismo inferior en 11,5 puntos a la de 2010, año que se toma como referencia. Sólo los bienes de consumo no duradero, apartado en el que se engloban fundamentalmente los alimentarios, muestran un mayor dinamismo que hace seis años, con una tasa superior en 3,6 puntos, sin tener en cuenta el efecto calendario. Sin embargo en lo que llevamos de año, el sector agroalimentario que es el que tira de nuestra industria se ha retraído un 1,9 por ciento. Sólo la producción de bienes de equipo (los destinados a la industria, para la producción de otros bienes) y los intermedios (los que se agotan en el proceso productivo: materias primas, combustible, útiles…) se mantienen con crecimiento positivo en el mes y en el conjunto del año.
La mayor caída se produce en la producción energía, que es del 10,9 por ciento en mayo y del 8,7 por ciento en el acumulado de 2016. Le sigue con un comportamiento negativo la fabricación de bienes duraderos (electrodomésticos, electrónicos, mobiliario…), con retrocesos del 6,1 (mensual) y del 4,2 (2016). Precisamente este último subsector es el que más se ha resentido durante la crisis, con un retroceso del 37,5 por ciento.
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