El informe sitúa la tasa de variación de la evolución del saldo estructural de Castilla-La Mancha entre el año 2022 y el año 2023 en el -0,6%, lo que sitúa a la región entre las cinco regiones con mejores datos. Todo ello en un escenario en el que las cuentas públicas autonómicas se deterioraron un 1,1% de 2022 a 2023. De esta forma, la Región se situó entre las regiones con mayor estabilidad financiera, al producirse sólo un deterioro de 0,6 puntos.
Por otro lado, el estudio elaborado por FEDEA analiza el saldo estructural de la regiones, demostrando que las comunidades autónomas peor financiadas comos con Murcia la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, tienen un déficit estructural y presentan problemas para equilibrar su cuentas en tanto que el dinero que reciben es inferior al gasto estructural de la región, es decir, no ingresan lo suficiente para financiar sus política públicas (sanidad, educación, bienestar social, etc.). Sólo una región en similares circunstancias de infrafinanciación logra, a costa de su gestión, recortar ese déficit estructural al -0,2% limitando el gasto. Sin embargo, otras comunidades como Cataluña, que tiene una financiación en torno a la media nacional de las comunidades autónomas, presentan un déficit por un elevado gasto.
FEDEA alerta del déficit estructural y pide la reforma de la financiación autonómica
Tras realizar los ajustes derivados de trasladar las liquidaciones del Sistema de Financiación Autonómica (SFA) a su año natural, descontar el efecto del ciclo económico sobre las cuentas públicas y eliminar del saldo presupuestario las operaciones no recurrentes, obtenemos un saldo estructural de las CC.AA. del 0,2% en 2022 y del -0,9% del PIB en 2023. Por consiguiente, FEDEA apunta a un deterioro sustancial de 1,1 puntos del PIB en el último año, “que logra el triste récord de convertirse en el peor de la serie histórica, si salvamos el excepcional 2020”.
El informe recalca que “las comunidades autónomas en las que el empeoramiento del saldo público estructural ha sido más intenso son Extremadura, Andalucía y Baleares. Por el contrario, las forales y Cantabria registran la mejor evolución comparada. En términos del año 2023, Asturias, Cantabria y Navarra consiguieron superávits públicos estructurales, mientras que la C. Valenciana, Cataluña y la Región de Murcia alcanzaron los valores de déficit público estructural más elevados”.
Finalmente, los expertos de FEDEA señalan que “consideramos que, de cara a los ajustes fiscales a realizar en el contexto de la nueva gobernanza económica europea, la existencia de un notable déficit público estructural también constituye un reto para las CC.AA. Su abordaje requiere, a nuestro juicio, dos condiciones. La primera es iniciar, de una vez por todas, una reforma del sistema de financiación autonómica que corrija sus principales limitaciones y lo alinee con un nuevo marco de gobernanza fiscal de ámbito nacional. La segunda es que los gobiernos autonómicos adopten políticas fiscales prudentes, tanto en términos de gasto como de ingresos, especialmente ante la restauración de las reglas fiscales”.