El ejercicio comenzó con ritmos moderados. Enero y febrero se situaron por debajo de los registros del año anterior —291 y 243 sociedades, respectivamente— y marzo mantuvo esa tónica con 269 nuevas empresas. Sin embargo, el segundo trimestre abrió un ciclo completamente diferente: abril, mayo, junio y julio encadenaron cuatro meses de fuerte impulso, con especial protagonismo para mayo, que alcanzó 429 sociedades, el mejor registro del año y uno de los más altos de la serie histórica para la comunidad. Esta evolución situó a Castilla-La Mancha entre las autonomías con mayor dinamismo empresarial durante la primavera.
El verano mostró un comportamiento más dispar, con un agosto más débil —189 constituciones—, aunque la tendencia volvió a fortalecerse en septiembre, donde se contabilizaron 256 nuevas sociedades. La confirmación de la recuperación llegó en octubre, mes en el que se registró un dato excepcional: 316 empresas creadas, la cifra más alta para un mes de octubre desde que existen registros, lo que permitió enlazar dos meses consecutivos de crecimiento interanual.
Más allá del número de constituciones, el año también está siendo significativo en términos de capital. En febrero, las 243 nuevas sociedades sumaron 8.832 euros de capital desembolsado, mientras que en octubre, pese a la ligera caída interanual, el capital suscrito superó los 3,69 millones de euros. El comportamiento fue aún más llamativo en las ampliaciones de capital: ese mismo mes se realizaron 59 operaciones, con 15,41 millones de euros movilizados, un 45,5 % más que un año antes, lo que refleja la apuesta de muchas empresas ya implantadas por consolidar o ampliar actividad.
Comportamiento por encima de la media
En comparación con la estadística nacional, Castilla-La Mancha ha seguido en gran medida la tendencia general observada en España, marcada por un ritmo de creación de empresas sólido a lo largo del año y con especial fortaleza en primavera. Aunque algunas comunidades han experimentado retrocesos puntuales, la región se ha mantenido entre las que presentan un comportamiento más equilibrado, mostrando capacidad para recuperar terreno en los meses centrales del ejercicio y cerrar el otoño con cifras superiores a la media estatal en términos de dinamismo interanual.
El balance global confirma que 2025 está siendo un año de crecimiento empresarial significativo en Castilla-La Mancha, tanto por el volumen de nuevas sociedades como por el movimiento de capital. La región encara el cierre del ejercicio con un tejido empresarial reforzado y con indicadores que apuntan a una actividad económica sostenida, apoyada tanto en la creación de nuevas iniciativas como en la consolidación de proyectos ya existentes.
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