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El conflicto laboral de Amazon amenaza con paralizar el proyecto de su nuevo centro logístico en Illescas
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El conflicto laboral de Amazon amenaza con paralizar el proyecto de su nuevo centro logístico en Illescas

jueves 17 de mayo de 2018, 10:00h
En los últimos días España ha sido una continua fuente de malas noticias para la compañía que dirige Jeff Bezos. El gigante internacional de venta y distribución online se enfrenta, a un mismo tiempo, a la llamada “tasa Amazon” que ultima el gobierno como medio para financiar las pensiones a través de un impuesto sobre las transacciones electrónicas y a las interminables denuncias de los empleados sobre las condiciones de trabajo impuestas por la compañía, especialmente en la planta de San Fernando de Henares, donde los sindicatos han convocado numerosos parones y huelgas, además de haber presentado una denuncia ante los Juzgados de lo Social. A todo esto se suma la dimisión, la semana pasada, del director general de Amazon para España, François Nuyts.
En este escenario adverso Amazon no ha dudado frenar bruscamente su plan de expansión en el país que contemplaba la creación de tres nuevos centros logísticos, entre ellos el ubicado en el polígono industrial de Illescas (Toledo). Por el momento ya se ha confirmado que la compañía ha pospuesto el centro logístico proyectado en Málaga, retrasando la firma del contrato con Adif para el alquiler de la parcela. La planta de Málaga tenía previsiones de estar en funcionamiento el próximo verano.

Por su parte, el proyecto de Amazon en Illescas, ubicado dentro de la Plataforma Central Iberum (un polígono eco-industrial) y con una superficie útil de más de 100.000 metros cuadrados (aproximadamente 12 campos de fútbol), debería estar terminado aproximadamente hacia finales de año. No obstante, la compañía ha señalado ante la nueva situación su deseo de “recomponer y crear un marco estable de relaciones con el personal, antes de seguir con la expansión nacional”.

Con esta declaración de intenciones queda en el aire el proyecto regional que llevó a la consejera de Economía, Empresas y Empleo de la Junta de Comunidades, Patricia Franco, a manifestar “la satisfacción del Gobierno de Castilla-La Mancha ante el anuncio de la multinacional Amazon” así como a calificar a la región como “destino ‘prime’ para la implantación empresarial en España”.

En el aire quedan también los 900 puestos de trabajo que la empresa prometió y el gobierno regional no dudó en publicitar cuando el presidente Emiliano García-Page, junto a la consejera de Economía, el delegado de la Junta de Comunidades en la provincia de Toledo y el alcalde de Illescas, mantuvieron una reunión con el Director de Operaciones de Amazon para España e Italia.

A principios de año Amazon inició los procesos de selección de empleados para la planta toledana y el alcalde de Illescas anunció la puesta en marcha de cursos de formación orientados al sector de la logística y cofinanciados por la Junta y el Ayuntamiento del municipio, que deberán desarrollarse entre enero y octubre de este año.

Trabajo temporal, precariedad y control férreo

No es la primera vez que los empleados de Amazon denuncian las condiciones de trabajo de la compañía. Los empleados de almacén de la compañía han denunciado en numerosas ocasiones la precariedad de sus contratos temporales, que si bien reflejan retribuciones generosas (en torno a los 1.700 euros de sueldo), tienen duraciones muy escasas, de semanas o días, que influyen negativamente en el nivel de presión que aguantan los trabajadores.

El conflicto se hizo visible tras la apertura del almacén en El Prat de Llobregat (Barcelona), se convirtió en altavoz de las condiciones laborales de la multinacional cuando en enero, tres meses después de que en iniciara su actividad, llevó a cabo despidos colectivos dejando sólo el 15% de la plantilla inicial, en su mayor parte con contratos de corta duración. De hecho, los sindicatos denunciaron ya en el mes de octubre que en torno al 65% de la plantilla de Amazon en nuestro país tiene contratos temporales (los conocidos como “green card”), mientras que sólo el 35% por ciento restante tienen contrato fijo (“blue card”).

Al pertenecer al sector de la Logística, Paquetería y Actividades anexas al Transporte de Mercancías, el convenio colectivo del sector establece que, en empresas de más de 100 empleados, la cantidad de empleados temporales no debe superar el 25%. Pero Amazon cuenta con su propio convenio colectivo, que le permite fijar sus propias condiciones de contratación.

Ahora, Comisiones Obreras ha presentado una denuncia contra la compañía de Jeff Bezos ante los juzgados de lo Social, señalando el empeoramiento de las condiciones de trabajo impuestas a los empleados de la planta logística de San Fernando de Henares (Madrid), después de convocar una huelga de 48 horas los pasados días 21 y 22 marzo.

El sindicato señala que durante las jornadas de huelga se produjeron modificaciones unilaterales que consideran “ilegales”, por lo que piden su nulidad. Por ejemplo, señalan que se hicieron cambios en las categorías profesionales y en las horas extras o que la pausa de descanso para el bocadillo dejó de ser considerada como de trabajo efectivo.
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