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Fachada de la calle de Alcalá de la sede central del Banco de España.
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Fachada de la calle de Alcalá de la sede central del Banco de España. (Foto: Banco de España)

El “riesgo a un accidente económico”, del que advierte el Banco de España

jueves 21 de marzo de 2019, 20:14h
Dice el Banco de España que los españoles vivimos al día, que consumimos más y ahorramos menos. Y dice que el gobierno gasta más de lo que ingresa y lo hace por encima de lo previsto. Y que las últimas medidas del gobierno aumentan ese gasto. Es lo que llaman política expansiva. Y como el gobierno tampoco tiene hucha, tiene que tirar de pedir dinero prestado. Y la deuda crece y crece… Y el Banco de España advierte del “riesgo de un accidente económico” si se mantiene esa política de aumentar el gasto y de aumentar la deuda y el déficit.
El Banco de España ha intensificado su labor de centinela después de que la crisis (financiera y ligada al ladrillo) le pillara casi por sorpresa y muchos le señalaran con el dedo acusador. La advertencia del regulador financiero se produce con el proceso electoral en marcha. Y ya se sabe que las elecciones es tiempo abonado al puedo prometer y prometo, a las iniciativas arriesgadas, a los viernes sociales, a las recetas para ganar votos a corto aunque se pierda la economía a medio o largo. Que lo primero es el poder y luego ya veremos.

Y ese ya veremos es lo que el Banco de España considera “riesgo de accidente económico”, que traducido a lenguaje de la calle es que la economía crezca menos, que sea menos rentable, que genere menos empleo o deje de generarlo y por tanto haya menos dinero en el bolsillo de ciudadanos, empresas y gobierno. El riesgo es que se disparen los tipos de interés y los españoles ya saben que eso significa subida de sus créditos hipotecarios y el gobierno sabe que eso supone que se disparen los intereses que tiene que pagar por sus créditos y que si debe gastar más en intereses, ciudadanos y gobierno tendrán menos dinero para gastar en otras cosas y en servicios públicos.

Y en este escenario hay justificaciones para todo. El mayor gasto público tira de la demanda interna, tanto directamente como de forma inducida. Dicho de otra forma el Estado consume más y también aumenta el dinero en el bolsillo de algunos sectores, los cuales también pueden gastar más. Y menciona el Banco de España la subida salarial de los empleados públicos que pactaron sindicatos y Montoro y que ha respetado Sánchez, la subida de las pensiones que pactaron PNV y PP y que ha respetado Sánchez. También el acceso al subsidio de desempleo a los mayores de 52 años. Y menciona otras decisiones que toma el gobierno y que pagan otros, como el incremento del salario mínimo, que pone más dinero en el bolsillo de los ciudadanos y en las arcas de la Seguridad Social y menos en la de los empresarios, ya sean estos grandes, pequeños o muy pequeños, sociedades mercantiles o autónomos, con negocio saneado o con problemas.

Luego están otras medidas, las fiscales, que se traducen en que los ciudadanos y los empresarios tengan menos dinero para que el Estado tenga más y con ese dinero el Estado pueda contener su déficit y su deuda y mantener e implementar nuevas medidas de gasto. Es la subida del gasoil, las modificaciones de las cotizaciones de los autónomos, la subida del impuesto de sociedades….Esas han quedado para el día después, que ahora no conviene asustar, porque ya lo dice el Banco de España, la gente vive al día.

De momento dice el Banco de España que el factor decisivo en el crecimiento es la demanda interna, es decir el gasto de los ciudadanos y del gobierno. Que los otros factores bajan en intensidad, se desaceleran, como las ventas de nuestros productos en el exterior, el empeoramiento de las perspectivas turísticas, el aumento de los costes de lo que compramos en el extranjero, ya sean materias primas (incluido el petróleo) o los productos ya fabricados. Eso supone que si se quiere evitar el accidente económico el nuevo gobierno debe actuar sobre ellos para nivelar la ecuación. Y claro la primera cuestión a tener en cuenta es que la inestabilidad política es mala compañera para la estabilidad económica. Desde el punto de vista de la economía en general y del bolsillo de los ciudadanos en particular, es conveniente que tras las elecciones se pueda formar un gobierno y que este sea estable.

Y esa sí que es la ecuación que deben despejar los ciudadanos, que ya vienen diciendo que es necesario que los grupos políticos hablen y se entiendan y que ninguno hable desde el Olimpo.
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