El estudio revela que los intercambios domésticos crecieron un 25% en los últimos meses del año, impulsados por la búsqueda de escapadas cortas y asequibles. Sin grandes puentes festivos en el calendario, los viajeros españoles han optado por destinos cercanos, priorizando la desconexión, la naturaleza y la autenticidad de la experiencia.
Castilla-La Mancha se ha beneficiado de esta tendencia gracias a su oferta gastronómica, su patrimonio cultural y sus espacios naturales, que invitan a disfrutar de un turismo tranquilo y sostenible. Desde los molinos de La Mancha hasta las sierras de Guadalajara o los viñedos de La Mancha y Valdepeñas, la región se posiciona como un referente para quienes buscan planes rurales o escapadas familiares de fin de semana.
“Las escapadas nacionales se han convertido en la forma favorita de mantener vivo el espíritu viajero hasta las vacaciones de Navidad”, explica Pilar Manrique, portavoz de HomeExchange en España, quien destaca que el formato de intercambio de casas “permite disfrutar de estancias auténticas, económicas y sostenibles, reduciendo el impacto ambiental y fomentando el turismo local”.
El auge del turismo doméstico también refuerza la economía local de los pueblos y ciudades castellanomanchegos, donde los visitantes consumen en comercios, restaurantes y actividades de proximidad.
En paralelo, las comunidades del interior y del norte peninsular han liderado el turismo nacional en 2025: Castilla-La Mancha (86%), La Rioja (83%), Aragón (82%) y Castilla y León (82%), muy por delante de los grandes destinos costeros como Cataluña, Andalucía o Comunidad Valenciana, donde los intercambios nacionales apenas suponen entre el 42% y el 56% del total.
Con la llegada del otoño y sin grandes festivos a la vista, el turismo de proximidad se consolida como una de las fórmulas preferidas por los españoles para seguir viajando sin grandes desplazamientos, y Castilla-La Mancha se sitúa en el epicentro de esta tendencia.