EL DÍA EN NOTAS, Opinión | Artículo de opinión del presidente Emiliano García-Page con motivo del Día Mundial de los Humedales
La defensa de nuestros humedales, más prioritaria que nunca
domingo 02 de febrero de 2020, 10:00h
“Los humedales son vitales para la supervivencia humana. Son uno de los entornos más productivos del mundo, son cunas de diversidad biológica y fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables especies vegetales y animales dependen para subsistir”.
Así de categórica es la definición que la Convención Ramsar dedica a los humedales y que cada 2 de febrero celebramos con el ‘Día Mundial de los Humedales’, para conmemorar el acuerdo internacional que se firmó en esta ciudad iraní en 1971, con el objeto de proteger entre los distintos organismos mundiales estos espacios naturales únicos y vitales para el planeta. Y por supuesto, para sensibilizar a los ciudadanos acerca de sus valores y los beneficios que generan, como por ejemplo ser los sumideros de carbono más efectivos del planeta en la lucha contra el cambio climático.
Para Castilla-La Mancha, con más de 500 humedales distribuidos uniformemente, esta fecha tiene un especial significado porque gran parte de nuestro territorio está íntimamente ligado a sus lagunas y zonas húmedas en sus distintas formas, ya que son espacios naturales que favorecen el desarrollo socioeconómico de sus núcleos de población cercanos.
Los humedales son ecosistemas con una gran diversidad biológica, reguladores del ciclo del agua y del clima, generadores de recursos hídricos para abastecimiento de agua dulce y zonas de uso para actividades humanas como el turismo y la pesca. Contribuyen en la regulación del ciclo del agua, en el control de inundaciones y sequías, en la provisión de agua y como refugio de vida silvestre. Esto nos da una idea de la riqueza e importancia de estos ecosistemas en nuestra región.
Por ello, desde el Gobierno autonómico hemos apostado por su conservación y los principales humedales de la región gozan de un régimen de protección específico amparado por la legislación autonómica e incorporados a la Red regional de Espacios Naturales Protegidos; muchas veces solapados con otras figuras de protección establecidos por acuerdos internacionales como puede ser el Convenio internacional Ramsar, la incorporación a la Red mundial de Reservas de la Biosfera de la UNESCO o de la Red Natura 2000.
Así, tenemos 30 espacios protegidos que son humedales, que cuentan con sus correspondientes Planes de Ordenación de los Recursos Naturales, para garantizar su conservación permitiendo aumentar la dedicación de recursos a este fin. También 8 incluidos en las zonas húmedas de importancia internacional, en su mayoría dentro de la Mancha Húmeda. Sin duda, fue la declaración en 1981 del espacio protegido de la Mancha Húmeda como Reserva de la Biosfera la que otorgó un mayor reconocimiento a esta riqueza biológica de nuestra región que se extiende sobre más de 400.000 hectáreas en territorios de las provincias de Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Albacete.
La apuesta de este Gobierno es firme destinando a lo largo de los años importantes recursos para mejorar su estado de conservación, incluso adquiriendo terrenos lagunares para aplicar medidas eficaces. Con ello, se ha mejorado sustancialmente la situación de estos espacios, pero sin duda hemos de seguir trabajando para afrontar la pérdida de hábitat asociada a su transformación, en gran medida debido a la contaminación de las aguas superficiales y a la sobreexplotación de los recursos hídricos sobre los que se sustentan los humedales, lo cual es especialmente urgente en el contexto actual de cambio climático.
Debemos hacer esfuerzos en la no contaminación de un recurso tan escaso como es el agua, mejorando la eficacia de nuestras depuradoras de aguas residuales y avanzando en la solución de los problemas de contaminación de nuestras aguas subterráneas de origen agrícola y ganadero.
Y, sin duda, debemos promover la sensibilización y concienciación de los ciudadanos en la correcta utilización de los recursos hídricos: el agua dulce es un recurso muy escaso y preciado que no podemos agotar, para que este recurso y los ecosistemas que dependen de él esté disponible para las generaciones que nos siguen.
Debemos comprometernos con el uso responsable, ordenado y sostenible del agua, y de esta forma estaremos asegurando un futuro más duradero y también sostenible a nuestros pueblos y ciudades, a nuestro sector agrario y a nuestros ecosistemas: a esta grandísima riqueza natural que albergan nuestros ríos y humedales.