La deuda pública de la Junta crece mientras que la no financiera cae a mínimos

Con este proceder la Junta evita trasladar sus posibles tensiones de tesorería al tejido empresarial y a la sociedad civil castellano-manchega. La Junta ha mejorado su liquidez además de por el adelanto de la actualización de las entregas a cuenta, los fondos Covid y la liquidación de la financiación de 2018 por los créditos provenientes del Fondo de Liquidez Autonómica (créditos del Estado). Ese dinero ha permitido compensar la caída de ingresos propios, el aumento del gasto y ser más ágil en el pago de sus facturas y en el libramiento de las ayudas, reduciendo los plazos desde el reconocimiento de la obligación hasta el abono de la misma.

En julio la Hacienda Autonómica presentaba una deuda no financiera acumulada pendiente de pago inferior en 189 millones (46%) al existente en la misma fecha de 2019. Esa deuda pendiente equivale al 0,59% del PIB estimado por la Intervención General del Estado para nuestra Comunidad Autónoma, cuatro décimas por debajo al dato de julio de 2019.

De los 224 millones de deuda no financiera, 85,4 era con los proveedores (63,5 millones con el sector sanitario) y el resto con administraciones, instituciones, empresas o familias beneficiarias de ayudas o convenios. La deuda con proveedores es la más baja de la registrada mensualmente desde mayo de 2018.