La fuerte recuperación supera las propias previsiones del Gobierno que estimaban que el crecimiento trimestral estaría en el entorno del 13,5%. La vuelta al crecimiento supone la salida técnica de España de la recesión.
Con todo, nuestro país registra una caída del PIB interanual del -8,7%. De ellos 7,8 puntos corresponden al descenso de la demanda interna por la contracción del consumo de las familias (-10,4%) y de la formación de capital (-12,8%). Las otras 0,9 décimas de evolución negativa se deben a la demanda externa, con una caída de las exportaciones del -17%, mientras que las importaciones variaron un -15,7%.
En cuanto a la variación del PIB desde la perspectiva de la oferta, el valor añadido bruto de las ramas industriales disminuye un 3,6% respecto al mismo trimestre de 2019. Dentro de las mismas, la industria manufacturera presenta una tasa del −4,0%. El valor añadido bruto de la construcción disminuye un 11,0% interanual. La variación interanual del valor añadido bruto de los servicios en el tercer trimestre es del −9,8%. Finalmente, las ramas primarias registran una variación interanual del 5,0% este trimestre.
La evolución interanual del PIB a precios corrientes, las rentas, presenta las siguientes características: La remuneración de los asalariados registra una variación interanual del −4,6% en el tercer trimestre. Este resultado es consecuencia de la disminución del 5,5% del número de asalariados y de que la remuneración media por asalariado varía un 1,0%. Por su parte, el excedente de explotación bruto/renta mixta bruta generado en la economía disminuye un 7,0% en tasa interanual. Finalmente, la cuantía devengada en impuestos sobre la producción y las importaciones netos de subvenciones registra una tasa del −25,9%.