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Castilla-La Mancha necesita vacunar a 15.650 personas a diario para lograr la inmunidad de grupo
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Castilla-La Mancha necesita vacunar a 15.650 personas a diario para lograr la inmunidad de grupo

viernes 08 de enero de 2021, 11:36h
Para cumplir el objetivo de inmunizar al 70% de la población con las vacunas en el primer semestre del año, en Castilla-La Mancha se tendrían que imponer 15.650 dosis diarias. Lo dijo bien el presidente no se trata de ranking, sino de cumplir los objetivos y lo dijo porque nuestra Comunidad aparecía en el grupo de las más lentas en la gestión del arranque de la campaña.
En el ritmo de vacunación hay que tener en cuenta que son dos dosis, tanto de los antígenos de Pfizer como de los de Moderna. Con los primeros se comenzó el proceso de inmunización el 27 de diciembre y los viales del segundo laboratorio comenzarán a llegar en unos días tras su aprobación por la Agencia Europea del Medicamento.

En Castilla-La Mancha hay 208 áreas básicas de salud (de las que sólo 5 no disponen de centro de salud), lo que supone que en cada una de estas zonas se tendrían que vacunar de media a 75 personas al día. Sobre el papel el objetivo es más que posible. Todo depende de la organización y de la gestión, de hacer coincidir esta nueva tarea con las que ya se desempeñan en hospitales, consultorios y centros de salud, sometidos a presión asistencial por la tercera ola del virus, cuando todavía no acaban de recuperarse de la segunda ola. Es la principal diferencia con el verano, cuando se produjo un periodo de casi tres meses de recuperación y vuelta a la normalidad en centros de salud y hospitales de la región antes de que se iniciase la segunda ola.

En total el SESCAM como organismo autónomo tiene unos efectivos de 27.900 trabajadores en instituciones sanitarias, que están siendo reforzados por cerca de otros 4.000 sanitarios en la lucha contra el covid.

Alcanzar la inmunización de grupo es un objetivo prioritario para frenar la expansión del virus e iniciar la vuelta a la normalidad social y económica. Estos seis meses van a ser decisivos para la recuperación. De ahí que en buena parte todo dependa de la campaña de vacunación. Y lo importante es que esté bien diseñada y aunque tarde algo en arrancar, luego sea ágil.

La única incógnita es que no existen datos epidemiológicos que permitan establecer cuánto dura la inmunidad, ni la adquirida tras una infección, ni la conseguida por la vacunación, y si van a ser necesarias vacunaciones periódicas. En cualquier caso, el acierto en la campaña de vacunación, no sólo está en los tiempos, sino también en los grupos seleccionados y priorizados. Es evidente que hay que empezar con las personas con mayor riesgo de padecer la enfermedad con problemas de salud graves, mientras que los asintómaticos deben quedar para el final. Es un criterio defendido por los científicos como mejor método.

Así las cosas, va el CIS y pregunta en su último sondeo que en el caso de que hubiera escasez de respiradores, vacunas, medicamentos u otros remedios y hubiera una posibilidad de salvar a la persona a quien se administrara, usted a quién elegiría, a la persona más joven, a la más enferma, a la más anciana, a criterio médico u otro criterio distinto. Es como pasar de los expertos, a los que tanto se alude, y tratar de “democratizar” la lucha contra el coronavirus. La pregunta no viene a cuento, está mal formulada y no tiene ni pies ni cabeza.

Es de esperar que el presidente Sánchez -que se guía mucho por el marketing- no se deje llevar por las respuestas para la gestión sanitaria. El 29,6% dijo que había que administrarse a los más jóvenes, con más vida por delante. Algo que sorprende en la situación actual, donde los más jóvenes son generalmente asintomáticos y rara vez desarrollan problemas de salud. Parar el virus requiere inmunizar a los que tienen más posibilidades de padecerlo gravemente. Es un principio de la virología.
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