Son algunos números que dan idea del comportamiento del turismo rural durante el año pasado, del impacto de la pandemia en un sector que en Castilla-La Mancha llevaba cuatro años en expansión y que había batido récords en 2019 especialmente por el empuje del turismo nacional. El empleo a finales de 2020 estaba por debajo incluso de los registros de 2015
El sector del turismo rural movió en España el año pasado 2.070.000 viajeros y generó 6.282.000 pernoctaciones. Las restricciones a los movimientos, con cierres perimetrales, y las limitaciones a la actividad con la clausura de los establecimientos en abril, provocaron un descenso del 53% del tráfico de turistas y un 46,4% de las noches de alojamiento.
El sector se vio afectado por las restricciones a la movilidad, los cierres perimetrales de Comunidades y provincias en diversas épocas del año
Las seis regiones de interior sin considerar a Madrid (Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Navarra y La Rioja), que tienen una de sus fortalezas en este turismo de naturaleza, concentraron el 37% del total nacional del movimiento de viajeros y el 36,2% de las pernoctaciones. En concreto recibieron casi 767.000 viajeros, que generaron 2.237.600 noches de alojamiento. Estos destinos sufrieron en mayor medida el impacto de la pandemia, con una caída del 56% en el número de visitantes y del 45,1% en el de pernoctaciones.
En el caso de Castilla-La Mancha, segunda comunidad con mayor cuota de mercado dentro de los destinos de interior tras Castilla y León, la caída fue aún mayor; del 58,4% en viajeros y del 42,4% en pernoctaciones. En total duran el año se hospedaron en estos alojamientos de la Comunidad 186.528 personas, que generaron 402.077 pernoctaciones. Un año antes, los visitantes habían sido 319.000 y las pernoctaciones, 697.887
Cuando se comprueba el comportamiento del mercado durante 2020, se observa que los destinos de interior pierden peso en cuanto a viajeros, pero lo ganan en cuanto a pernoctaciones. Si en 2019 captaron el 39,4% del total del movimiento de viajeros del sector y el 35,3% de las pernoctaciones, en 2020 las cifras correspondientes se quedaron en el 37% y en el 36,2%
Una de las características del turismo rural durante el año pasado, tanto a nivel nacional como de los destinos de interior, es que aumentaron las estancias medias por viajero. Si en 2019, la media se situó en 2,65 días, en 2020 se elevó a 3,03. En el caso de las regiones sin costa, se pasó de 2,37 días a 2,97.
En el caso de Castilla-La Mancha, y en ese descenso en valores absolutos en todos los parámetros, en términos porcentuales el sector de nuestra Comunidad pasó de captar el 7,2% del total de viajeros nacionales y el 18,3% del mercado de interior en 2019 al 6,4% y al 17,3% respectivamente en 2020. A pesar de ese descenso en el poder de atracción del número de visitantes, la Comunidad logró incrementar la cuota de mercado de las pernoctaciones en medio punto en el ámbito nacional (del 5,9% al 6,4%) y de nueve décimas en los destinos de interior (del 16,8% al 17,7%).
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