La industria manufacturera de bienes de consumo duradero sufrió el peor revés, con un descenso del -21,4%. La agroalimentaria y los fabricantes de otros bienes de consumo duradero se anotan una contracción del -16,3%. La pronunciada bajada general tiene su explicación precisamente en este sector, por el peso que tiene en el conjunto de la industria castellanomanchega.
De hecho, en el conjunto del país, la industria alimentaria se anota una reducción de la producción del -9,5% y la de bebidas un -14%. En Castilla-La Mancha, es el peor enero de la serie y el segundo peor dato de todos los meses desde 2003, por detrás de febrero de 2019, en el que el acumulado anual llegó a situarse en el -20,1%.
La crisis se agrava para el sector del calzado, cuya manufactura cae un 33,1%, tras haberlo hecho un 28,1% de media en 2020. Lo mismo sucede en el de confección de prendas de vestir, que cerró 2020 con una reducción del -26,5% y que ha arrancado el año con un desplome del-35,5%. Confección y calzado son las manufactureras que más se resienten
El sector farmacéutico, que fue el único que subió en 2020 (2,1% de media anual), también se abona al rojo y registra un descenso de producción en el primer mes del año del -6,9%
Las manufactureras de bienes intermedios (necesarios para la fabricación de otros bienes) registran una bajada del,5%. Las compañías regionales que mejor resistieron fueron las de bienes de equipo (-11,2%)
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