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GUERRA FISCAL ENTRE REGIONES
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GUERRA FISCAL ENTRE REGIONES

viernes 20 de enero de 2017, 08:00h

La Conferencia de Presidentes ha destapado la guerra fiscal entre Comunidades Autónomas, en la que participan activamente Castilla-La Mancha y su Gobierno. El incremento de la presión fiscal en los tributos cedidos en algunas regiones como la nuestra ha provocado la huida de sociedades y personas a otras como Madrid, donde la fiscalidad sobre esos impuestos es sustancialmente más baja.

Las Comunidades Autónomas gestionan los tributos de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados y de sucesiones y donaciones, también y de forma temporal el impuesto de patrimonio. En conjunto representan una escasa parte de la financiación de cada una de ellas. Sin embargo, algunos gobiernos, entre ellos el de Castilla-La Mancha, y algunos partidos, como el PSOE y Podemos, consideran que son instrumentos de equilibrio fiscal y han aumentado los tipos en la confianza de recaudar más. Pero la realidad ha demostrado que ingresan menos que antes de subirlos, dando la razón a la oposición (al PP en Castilla-La Mancha), que advirtió que ese incremento provocaría el efecto frontera, como así ha sucedido.

Desde Castilla-La Mancha se propone que los ingresos por tributos cedidos se destinen obligatoriamente a financiar la sanidad o servicios básicos para evitar el efecto frontera

Para el gobierno de Castilla-La Mancha la solución pasa no por volver a la situación anterior, sino por una armonización a nivel nacional, que supone renunciar a parte de la soberanía fiscal que tiene la Comunidad a favor del Gobierno Central para que este fije unos mínimos y unos máximos de tipos impositivos en los que se deban mover todas las Regiones. También plantean como fórmula alternativa ligar esos ingresos a un gasto finalista, y así propone que lo que se recaude por ellos se destine a financiar la sanidad o a servicios sociales básicos, lo que obligaría a las regiones con tipos más bajos, exenciones o bonificaciones a replantearse esta política de impuestos bajos. Dicen que eso se debería tratar en la negociación del nuevo modelo de financiación.

La preocupación de la Hacienda Autonómica reside además en que esa fuga de domicilio fiscal a otras regiones, en el caso de las personas físicas que tratan de eludir la imposición por patrimonio, donaciones o sucesiones, lleva aparejada la pérdida para la Comunidad del 50 por ciento de lo que esas personas tributan por IRPF.

Y es que, aunque ningún consejero lo verbaliza la parte grande del pastel de la financiación autonómica a través de tributos reside en el IRPF. Y en el Impuesto sobre la Renta las Comunidades tienen capacidad para fijar un tipo progresivo que el Estado ingresará en las arcas autonómicas. Además de establecer los tramos que determinen el mayor o menor grado de progresividad y el tipo para cada tramo, las regiones tienen capacidad para establecer deducciones sobre aquellas cuestiones que consideren.

Esta posibilidad hace que haya Comunidades Autónomas, donde los tipos más altos se sitúen en el 48 por ciento. Tal es el caso de Andalucía, Aragón, Cantabria, Cataluña, La Rioja o Valencia. De ese 48 por ciento el 22,5 % es para el Gobierno central y el 25,5 % es para la Comunidad Autónoma. Mientras que en Madrid, el tipo es del 43,5 % porque la Comunidad Autónoma se conforma con el 21 por ciento.

Castilla-La Mancha mantiene inalterado el tipo autonómico de referencia establecido por el gobierno central para los ciudadanos no residentes, que supone el mismo nivel impositivo estatal y autonómico en los cinco tramos existentes de base liquidable del impuesto.

A la vista de las variaciones de tipos, las regiones han fijado los recargos de tipos no sólo con criterios de progresividad, que pague más el que más tiene, sino de aumentar la presión fiscal incluso a los tramos más bajos y fundamentalmente en aquellos segmentos donde se congregan la mayoría de declarantes.

Hay Comunidades que no sólo han tocado los tipos de este impuesto al alza o a la baja, también lo han segmentado más. Así, Baleares pasa de los cinco tramos de referencia a 13, Aragón y Asturias tiene 11. La única región que mantiene la progresividad en cinco tramos es Castilla-La Mancha.

Por otro lado hay regiones que aplican más y mayores deducciones fiscales en el tramo autonómico del IRPF que otras.

En el archivo adjunto se puede comprobar qué porcentaje pagaría por IRPF en función de en qué Comunidad (salvo las forales) residiese.

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