El sector del vino respira y en junio el consumo en nuestro país vuelve a niveles de 2019

Los datos del INFOVI del mes de junio muestran un incremento del consumo del +5%, creciendo por cuarto mes consecutivo. Si bien este aumento ha sido inferior al registrado en los tres meses anteriores -particularmente elevado en marzo y mayo-, el estudio lo pone en valor, ya que la comparación se hace con junio de 2020 que no fue un mes malo -similar al de 2019, pre pandemia-, al coincidir con el inicio de la desescalada tras la etapa de confinamiento. El dato interanual (12 meses) sigue registrando caídas, aunque cada vez más suaves (-6,6%). Por canales, y para el periodo interanual a abril-mayo de 2021, se observa un crecimiento, pero más ligero, de las ventas de vino en alimentación, canal que registró un aumento excepcional a raíz del estado de alarma, en todo caso insuficiente para compensar la fortísima pérdida sufrida en hostelería, que tuvo que hacer frente a importantes restricciones y cierres parciales e incluso totales de los establecimientos.

La tendencia más reciente -según el informe- muestra un crecimiento interanual cada vez más suave en alimentación y un descenso, a su vez, cada vez menos acusado en hostelería. El consumo de vino en España está liderado de forma clara por el vino con denominación de origen, sobre todo en términos de valor, al ser un producto de mayor precio medio y cuya demanda ha crecido en los últimos años de forma notable. La mejor marcha relativa de vinos con denominación de origen protegida y con indicación geográfica protegida, también en esta fase de la pandemia, vuelve a mostrar la preferencia del consumidor español por vinos en los que se indica su procedencia.

El periodo interanual (12 meses) a junio de 2021 registra un consumo nacional de 9,443 millones de hectolitros, mejor dato interanual en 2021, tras crecer por cuarto mes consecutivo (de marzo a junio) después de registrar un mínimo histórico de la serie en febrero de 2021.

El consumo de vino en el canal de alimentación español se sitúa en los 4,445 millones de hectolitros, frente a los apenas 1,442 millones registrados en hostelería. Otros 3,511 millones de hectolitros se habrían comercializado a través del tercer canal (vinotecas, clubs de vinos, portales on-line, ventas directas de bodegas o autoconsumo).

El informe señala que se mantiene un crecimiento de las ventas en el canal de alimentación, aunque de apenas el 4,1%. Conforme avanzan los meses, la subida de las compras en alimentación se va suavizando tras el excepcional crecimiento registrado al comparar con los primeros meses de confinamiento por la pandemia de COVID-19. Esto coincide con una caída cada vez menor -aunque aún muy fuerte- en hostelería, canal que más ha sufrido las consecuencias de la crisis sanitaria y que poco a poco parece ir recuperándose.

En todo caso, el crecimiento de las ventas de vino en alimentación no compensa, ni de lejos, y sigue sin compensar la pérdida sufrida en hostelería. Respecto al mencionado “tercer canal”, registraría un descenso del -2,5%, cada vez menor gracias a la recuperación de los últimos meses.

Este diferente comportamiento por canales tiene su reflejo en el mix de ventas por canal. Alimentación pasa a representar el 47% de las ventas de vino (+5,3 puntos porcentuales), en detrimento del canal de hostelería (que representa el 15,3% de las ventas; y cae -7,2 puntos porcentuales en el mix de canales.