El año de la crisis tuvo especial incidencia en las compañías formadas por trabajadores autónomos sin empleados a su cargo, que representan el 53% del total de la fuerza empresarial de la Comunidad. De las 1.040 compañías desaparecidas, 983 pertenecían a este segmento de microempresa, según los datos del directorio central de empresas elaborado por el INE y en el que se incluyen todas las compañías salvo las agrícolas y ganaderas.
Dos de cada tres compañías de la Comunidad desaparecidas el pasado año pertenecían al comercio al por menor o a la hostelería, que fueron las actividades que más sufrieron. Al finalizar el año había 343 empresas menos de hostelería que al inicio y otras 343 menos en el comercio (118 dedicadas a la venta especializada). En cambio, la crisis sanitaria y los cambios de comportamiento de hogares y familias generaron 177 nuevas compañías de logística y distribución, lo que supone un crecimiento del 41% de empresas en el sector. La construcción especializada también experimentó un tirón importante, con 168 nuevas mercantiles. El tercer grupo que mejor comportamiento tuvo fue el de actividades inmobiliarias, con 124 nuevas empresas.
Las altas y bajas de nuevas empresas apenas si varían las características del tejido empresarial de nuestra Comunidad, en el que el 83% no supera los 2 trabajadores (53% ninguno y 30% entre 1 y 2). Por actividades, la construcción de edificios aglutina 10.059 mercantiles y la construcción especializada, 9.356 y las constructoras de obra civil, 301, lo que hace que el sector del ladrillo suponga el 15,44% del tejido empresarial de Castilla-La Mancha.
La industria extractiva opera con 108 compañías y la manufacturera 10.028, con lo que el sector secundario de la economía tiene una fuerza del 7,9% del tejido. El resto (97.929 empresas) pertenecen al sector servicios, que tiene un peso del 76,7% en la estructura económica de nuestra Comunidad.
Una parte de la industria realiza actividades auxiliares para la construcción. Así la fabricación de elementos metálicos aglutina a 1.325 compañías, una cifra sólo superada por la industria agroalimentaria, que contabiliza 1.854 compañías. A esta cifra habría que sumar las fábricas de bebida, que son 442. Ambas actividades -alimentación y bebidas- tampoco han escapado al impacto de la pandemia, que se ha cobrado 59 empresas del segmento, uno de los más importantes de la estructura económica de Castilla-La Mancha tras el de la construcción, el comercio tanto al por menor (19.516 compañías), como al por mayor (7.814), la hostelería (9.248), el transporte (7.770), otros servicios personales, los servicios técnicos(2.929), las actividades jurídicas (2.655) y las administrativas (2.614).
Por tanto, a decir del directorio empresarial de Castilla-La Mancha, la nuestra es una Comunidad de compañías de comercio, hostelería y otros servicios, que aglutinan tres de cada cuatro compañías de la Región. La construcción tiene un peso del 15,4% y la industria no llega al 8%. Sólo el 17% de las compañías tienen más de 2 trabajadores, lo que hace del nuestro un universo de microempresas. Sólo 80 de las 127.673 empresas tienen más de 250 trabajadores, 9 de ellas de la industria agroalimentaria.
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