CLM, la octava región con mayor presión fiscal y la duodécima en esfuerzo fiscal

Los datos forman parte del estudio “Los impuestos en España: índices de presión y sacrificio fiscal territorializados”, elaborado por los catedráticos José Félix Sanz de la Universidad Complutense, Santiago Álvarez de la Universidad de Oviedo y Desiderio Romero de la Rey Juan Carlos y que ha sido difundido por CincoDías.

El estudio revela que, tras la distribución del Fondo de Garantía de los Servicios, Castilla-La Mancha es el tercer territorio con mayor bajada de la presión fiscal (3,01 puntos, equivalente al 9,29%), mientras que Madrid (1,75 puntos de subida que supine un 5,46%) es el de mayor subida.

El informe ha visto la luz cuando el escenario fiscal y financiero de las Comunidades Autónomas presenta varios frentes. De un lado la negociación de un nuevo modelo de financiación, en el que las regiones con menos población y con mayor dispersión abogan por primar más estas situaciones en el reparto de los fondos, frente a las más pobladas que quieren que prime el número de habitantes.

Por otro lado, regiones como Cataluña y las gobernadas por el PSOE -caso de Castilla-La Mancha- quieren dar un giro de 180 grados a la autonomía fiscal consagrada en el actual modelo de financiación e introducir una armonización en los tributos propios de las Comunidades para provocar que en Madrid la presión fiscal aumente. Para ello esgrimen que en otras regiones tienen mayor presión fiscal. Sin embargo, con la distribución por el Ministerio del FGS se ve que Madrid es la cuarta región con mayor esfuerzo fiscal, por detrás de Cataluña, de la que la separan sólo 3 décimas (del 33,78% al 34,08%). Baleares y Cantabria son las regiones con mayor presión y con mayor esfuerzo fiscales de España. Y Canarias y Extremadura, las que menos.

El tercer punto que caracteriza el marco actual es el debate que se tiene dentro de algunas regiones, como es el caso de Castilla-La mancha, en las que el Partido Popular aboga por una rebaja de la presión fiscal autonómica, como un estímulo a la actividad económica y al consumo como base para un mayor crecimiento de la economía y del empleo, lo que, a su vez, generaría más ingresos en la administración. En Castilla-La Mancha el plan fiscal del Partido Popular tendría un impacto de entre -350 y -400 millones sobre la recaudación inicial actual.