“Tras la fusión con Bankia, la situación que vivimos en la red de oficinas es insoportable por el volumen de clientes que atendemos y con una notable merma de personal tras las salidas del ERE”, explica Vicente Vigara, responsable de la sección sindical de CCOO-Servicios CLM en Caixabank, mayoritaria en la entidad.
Los trabajadores se sienten “en el punto de mira de la opinión pública y dando la cara ante los clientes, pero sin poder atenderles como se merecen porque ni somos suficientes, ni contamos con los medios precisos, ni tenemos una adecuada organización del trabajo”
“A esto hay sumarle la presión desmedida en la consecución de retos comerciales inalcanzables, que hacen que se multipliquen las bajas por procesos de ansiedad y depresivos”, denuncia Vigara.
En Castilla-La Mancha, Caixabank cuenta ahora con 1.100 empleados/as para atender a 352 sucursales. Todos/as ellos/as están convocados a manifestarse el 22 de febrero frente a la dirección territorial de la entidad en la región, en Avenida del General Villalba número 3 de Toledo.
Concentraciones similares se llevarán a cabo en Bilbao, Burgos, Las Palmas, Madrid, Murcia, Pamplona, Sevilla, Tenerife y Valencia.