En concreto, el número de viajeros se ha reducido en relación con 2020 en un 19,13% (-25.541) y las pernoctaciones en casi 33.000 (-15,82%).
Aunque es un mes tradicionalmente flojo, en 2020 el sector había logrado por fin recuperar las cifras previas a la crisis del ladrillo de finales de 2008, una recesión de la que tardó doce años en recuperarse en cuanto al número de viajeros, aunque todavía no había llegado a la cifra de pernoctaciones de los meses de enero de 2007 y 2008.
Las tarifas del sector tampoco han recuperado los niveles de hace 13 años. Si en enero de 2009 el índice de precios estaba en un 100,2 (base 100 en 2008), en el mismo mes de 2021 se situaba en el 92,43, es decir casi 8 puntos por debajo. Hay que tener en cuenta que, en 2013, el año en el que el sector regional tocó suelo con la crisis financiera y del ladrillo, el índice de precios había llegado a caer al 88,3%.
Esa subida paulatina de precios y los reajustes del sector han permitido no obstante mejorar la rentabilidad, medida en ingresos por habitación disponible (índice Rev/PAR). En enero de este año, esos ingresos equivalían a 13,63 euros, frente a los 9,8 de 2013.
En comparación con el resto de Comunidades Autónomas, sólo Galicia (11,27 euros) y Asturias (13,62) presentan peores índices de rentabilidad. La rentabilidad media de los hoteles españoles medida en ingresos por habitación disponible ha sido de 33,67 euros, 20 euros más que la de Castilla-La Mancha.
Los ingresos por habitación ocupada (índice ADR) se situaron de media en nuestra Comunidad en 51,53 euros, por debajo de los registrados en 2013 (53,4 euros). En este indicador, sólo Galicia (51,05 euros) ha registrado peores datos en el pasado mes. La media nacional fue de 85,4 euros.
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