Las cifras contrastan con el ritmo de recuperación post covid que esperaba la multinacional. El contexto geopolítico, los retrasos en los procesos de transporte, el incremento del coste de fabricación derivado del encarecimiento de las materias primas y la energía, así como los efectos secundarios de la inflación sobre la cesta de los consumidores, han recortado las proyecciones iniciales de la compañía, que si bien no ha entrado cuantificar la rentabilidad obtenida en el último ejercicio.
Por categorías, los quesos representan el 35% del valor de las ventas de Lactalis a lo largo del pasado año; seguidos de la leche (25%), yogures y postres lácteos (14%), mantequilla y nata (13%), ingredientes y nutrición (7%) y otros (6%). Entre las marcas comercializadas por la compañía se encuentran Puleva, Flor de Esgueva, Lauki, Chufi, El Ventero, La Lechera, Président y Nestlé Gold, entre otras.
Lactalis cuenta en España con cuatro fábricas de leche y bebidas (Villalba, Nadela, Granada y Mollerusa), tres de quesos (Zamora, Peñafiel y Villarrobledo) y una de yogures y postres lácteos (Marchamalo), que emplean actualmente a 2.462 trabajadores, 62 más que el año anterior.
De hecho, las factorías de Marchamalo (Guadalajara) y Villarrobledo (Albacete), son las dos que mayor grado de inversión han recibido del Grupo, con 4,8 y 3,8 millones de euros respectivamente.
En conjunto, el Grupo Lactalis destinó 15,7 millones a inversiones en sus fábricas españolas y al centro logístico de Guadalajara, desde donde se encarga de la exportación internacional de leche.
En este sentido, el 47% de la facturación de Lactalis procede de Europa, mientras que el 26% corresponde a Norteamérica, un 14% a África/Oriente Medio y el 13% a Asia/Oceanía. Asimismo, los diez principales mercados del grupo por cifra de negocio son Francia, Canadá, Italia, Estados Unidos, Brasil, Australia, España, Alemania, Turquía y Reino Unido.