En concreto, la reducción registrada en el gobierno regional fue de 479 personas. A 1 de enero de este año trabajaban al servicio de la Junta de Comunidades 66.027 personas, frente a las 66.506 que lo hacían el 1 de enero de 2016.
La reducción se ha producido tanto en personal de docencia no universitaria, como de instituciones sanitarias. En cambio, el gobierno contó con más efectivos en las consejerías y otros organismos autónomos.
La mayor caída se produjo en el sector de la enseñanza no universitaria. 2016 se inició con 29.655 personas, sin embargo a final de año trabajaban 487 menos, en concreto 29.168. Este es el sector que más puestos de trabajo tiene en la administración autonómica. Le sigue el de sanidad, que también se vio afectado por una reducción de personal. De los 25.003 trabajadores que se contabilizaban a principios de 2017, a final de año se contabilizaban 24.914.
Estas caídas de personal de los servicios sanitarios y educativos contrastan con el incremento del resto de personal que presta sus servicios en las consejerías, que pasaron de 11.848 a 11.945.
El pico más alto de número de trabajadores se registró al inicio de 2012, año en el que trabajaban bajo nómina del gobierno regional 71.361 personas.