A falta de que se hagan públicos los datos de diciembre de 2022, hasta finales de noviembre del año pasado, el gobierno regional había ingresado 453,2 millones de euros por esta cesta de tributos, repartidos de la siguiente manera: 66,9 millones por sucesiones, 5,3 millones por donaciones, 17,6 por patrimonio, 257 por transmisiones patrimoniales, 103 por actos jurídicos y 3,4 por tasas sobre el juego.
La cifra de 2021 contrasta con las obtenidas en 2020 (398 millones) en el que la pandemia provocó la caída de ingresos por esta figura fiscal, que engloba los impuestos de patrimonio, sucesiones y donaciones, transmisiones patrimoniales, actos jurídicos documentados y las tasas sobre el juego.
La reactivación de la economía empujó al alza el resultado por actos jurídicos documentados, que aportaron a las arcas castellano-manchegas 105 millones de euros, frente a los 84 de 2020, los 92 de 2019 o los 98 de 2018.
Las herencias y las donaciones generaron a la Comunidad Autónoma ingresos por 84 millones de euros, una cifra récord que contrasta con las que se daban previo al estallido de la pandemia: 70 millones en 2019 y 66 en 2018.
En total, las Comunidades Autónomas de régimen común (todas menos Navarra y país Vasco) obtuvieron rendimientos fiscales por los impuestos cedidos por valor de 15.727,7 millones de euros, encabezadas por Cataluña, con 4.156,6 millones de euros y, seguidas a distancia por Madrid (2.445) y Comunidad Valenciana (2.057).
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