Además, Castilla-La Mancha cerró el año con un Periodo Medio de Pago a sus proveedores de bienes y servicios de 21,32 días frente a los 26,9 de media del conjunto de España. La Hacienda de nuestra Comunidad logró rebajar el plazo en el último mes en 3,5 días respecto a noviembre. No obstante, los mayores flujos de gasto y la caída de ingresos se dejaron sentir respecto a 2021, que cerró con un PMP de 13,74 días.
Uno de los aspectos destacables en comparación con el conjunto del sector autonómico es que Castilla-La Mancha rebajó la deuda con sus proveedores del sector sanitario que suponen el grueso de las compras. Si en 2021 la deuda de nuestra Comunidad con las farmacéuticas alcanzaba los 119 millones de euros (de los 155,8 totales), en 2022 se rebajó a 64,2 (de los 115,4 totales).
No ocurre lo mismo en el conjunto de las Comunidades Autónomas, que tras pasar la tensión del covid, han vuelto a elevar su deuda con sus proveedores sanitarios en 740 millones, alcanzando los 3.256,7 millones. Hay que tener en cuenta que las comunidades autónomas generaron un gasto con sus proveedores de bienes y servicios por 68.907 millones de euros, de los que 43.364 (62,93%) era con la industria farmacéutica.
Además de la deuda comercial, nuestra Comunidad presentaba otra deuda no financiera por 324,4 millones de euros derivada de sus compromisos de subvenciones y ayudas a entidades locales y del sector público, empresas y familias y organizaciones sin fin de lucro. En su conjunto, las Comunidades Autónomas adeudaban por este mismo concepto 12.028 millones de euros.
Así las cosas, la deuda no financiera (proveedores más beneficiarios de ayudas) de la Junta a finales de 2022 era de 439,8 millones de euros (equivalente al 0,94% de su PIB) , mientras que la de todas las autonomías ascendía a 17.097 millones de euros, equivalente al 1,29% del PIB). Castilla-La Mancha era la cuarta región con menor deuda financiera de España, tras Madrid (0,4% de su PIB), País Vasco (0,81%) y Castilla y León (0,91%).
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