A pesar del frenazo en seco de los gastos, 151 millones menos (-2,8%) que a la misma altura del año anterior y una mejora de la recaudación interanual del 2,4% (116 millones más), la Comunidad sigue en el grupo de regiones con mayor nivel de déficit, superada por Navarra (-1,21%), Murcia -0,74%) y Comunidad Valenciana (-0,73%), lo que ratifica los desequilibrios que presenta el actual modelo de financiación autonómica.
En su conjunto, el sector autonómico cerró julio con un déficit acumulado del 0,08% del PIB o lo que es lo mismo 1.142 millones de euros, 3.700 millones menos que un año antes, gracias a los superávits de Canarias, Baleares, Aragón, Castilla y León y Galicia.
En el caso de Castilla-La Mancha, la contención del gasto se produjo en la partida de transferencias a otras administraciones públicas, con una reducción del 76,7% interanual.
En términos interanuales, la Consejería de Hacienda ha logrado bajar el déficit en un 58,3%, lo que suponen que ha reducido sus necesidades de financiación a crédito en 267 millones de euros.