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Quirófano del Hospital Nuestra Señora del Prado (Talavera de la Reina).
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Quirófano del Hospital Nuestra Señora del Prado (Talavera de la Reina). (Foto: SESCAM)

El número de pacientes que esperan ser operados en la sanidad regional en su cifra más alta de los últimos años, 37.441

domingo 17 de septiembre de 2017, 21:18h

La lista de espera quirúrgica bate récords y pone en evidencia la ineficacia del plan del Gobierno regional para atajar el grave problema de atención sanitaria a los ciudadanos. Agosto cerró con 37.441 castellano-manchegos, la cifra más alta de los últimos años. La razón no es estacional. En relación a agosto del año pasado el número de pacientes ha crecido en 2.465, un 7,05 por ciento más. Tan solo en el último mes el número 832 personas han ampliado la lista.

El gobierno no tiene previsto recuperar la ley de garantías sanitarias que permitía a los pacientes ir a la sanidad privada si la pública excedía los plazos establecidos para operarles

El retraso del Gobierno en hacer público los datos era una señal del deterioro que reflejaban los mismos. A pesar de que otros meses, en los que se produce una mejora relativa, la información se ofrece en comparecencia pública por la gerente del SESCAM, en esta ocasión se ha optado por transmitirla mediante un comunicado, que se ha difundido tan sólo cinco minutos después de que finalizará una rueda de prensa de la máxima responsable del SESCAM, para hablar de otras cuestiones. La gerente del SESCAM en ningún momento se ha referido a las listas de espera, salvo cuando clm21.es le ha preguntado de los motivos que justificaban el retraso de su publicación en el portal de transparencia.

El comunicado en ningún momento menciona este grave deterioro del servicio público. Es más evita cualquier referencia a la evolución de la lista quirúrgica; mezcla datos y elige fechas de referencia para tratar de proyectar la idea de una gran mejora sobre la base de la suma de todas las listas. El gobierno ha optado por hablar de la suma de las tres listas de espera: quirúrgica, de consultas externas y de pruebas diagnosticas, lo que le ha servido para afirmar que “el Gobierno de Castilla-La Mancha ha reducido un 24 por ciento las listas de espera en los dos años de legislatura”.

La mejora se ha producido tanto en pruebas diagnósticas como en consultas, pero no en operaciones pendientes. Precisamente la actividad quirúrgica es la que mas recursos económicos, personales y materiales precisa. En los dos últimos años se ha ido deteriorando progresivamente hasta haberse convertido en un grave problema estructural. La apertura de quirófanos por la tarde que el gobierno dice que se realiza no arroja resultados, tampoco la derivación de pacientes a los hospitales públicos con menos sobrecarga de trabajo. El SESCAM emplea el recurso a las clínicas privadas en un intento por evitar peores datos.

La lista ha crecido un 7 por ciento en el último año y un 13,8 por ciento desde que el gobierno de García-Page asumió las responsabilidades

El contraste entre la evolución de las distintas listas pone de manifiesto que el gobierno ha optado por actuar sobre las otras dos listas con mayor intensidad y aplicar los recortes de la sanidad pública a los pacientes que necesitan ser intervenidos en un quirófano, que representan ya el 1,8 por ciento del total de la población regional.

Esa política de recortes se deja sentir también en los tiempos medios de espera y en el hecho de que a finales de agosto, de los 37.441 ciudadanos que aguardaban ser operados 14.479 tenían adjudicado un plazo de espera superior a los seis meses, llegándose en algunos casos a superar el año. Esta cifra es la más alta de los últimos años. Todo ello, a pesar de que a finales de julio el gobierno había empleado todos los fondos que tenía presupuestados para derivaciones a clínicas privadas para cirugías generales y cardíacas, una medida con la que había tratado de reducir el muero de pacientes pendientes.

El gobierno mantiene la línea de comparar los resultados con los que se registraban en el gobierno anterior tomando como referencia la fecha que le es más favorable. Sin embargo no presenta la evolución desagregado de las diferentes listas de espera.

Cuando el actual gobierno asumió las responsabilidades se encontró con una lista de espera quirúrgica de 32.902 pacientes, de los que 3.566 tenían una demora superior a los seis meses. A 31 de agosto de 2017 la lista global se ha incrementado en 4.539 personas, un 13,8 por ciento hasta los 37.441. Los pacientes que deben esperar más de seis meses se han cuadruplicado en estos dos años hasta los 14.479. Esa demora también tiene un componente económico. Las operaciones que más se demoran son las que más tiempo de quirófanos consumen o las que cuestan más a la sanidad regional.

Los pacientes que deben esperar más de 6 meses para ser intervenidos han pasado de 3.566 a 14.479

El deterioro no se ha producido ni de forma uniforme ni en todos los hospitales. Porcentualmente el centro que más ha incrementado el número de pacientes que están pendientes de una operación es Villarrobledo que lo ha hecho en un 68 por ciento en estos dos años, seguido del de Albacete con un 67 por ciento, Toledo con un 41,65%,, Manzanares con un 32,8 o Guadalajara con un 12,62%. En cambio otros hospitales han logrado reducir la lista. En ese grupo destacan Hellín (-47,63), Tomelloso (-44), Ciudad Real y Puertollano (-40), Cuenca (-38).

Más allá de la batería de noticias con las que el gobierno pretende generar una imagen de recuperación de la sanidad pública regional, lo cierto es que, a pesar de contar con más fondos, el resultado de la gestión en el número de castellano-manchegos que aguardan una operación contradice esa imagen y refleja el deterioro de una de las principales elementos de evaluación de la sanidad. Tal es el deterioro, que Castilla-La Mancha finalizó el año pasado con la lista estructural más grande de España.

En la legislatura pasada un repunte de las listas de espera llevo al gobierno a realizar un plan de choque concertado con las clínicas privadas. Esa medida ha sido rechazada hace pocos días por el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz. El gobierno regional no contempla recuperar la ley de garantizas sanitarias promulgada en la época de José Bono por la que si pasado los plazos de garantías establecidos para cada patología el paciente no había sido operado, podía acudir a la sanidad privada previa conformidad administrativa y cargar los gastos de la Intervención a la Consejería.

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