Antes de la aprobación de la ampliación por parte de la Junta, el valor de capitalización del banco era de 687 millones de euros. La ampliación ha sido respaldada por prácticamente la totalidad de los accionistas presentes, que representaban el 68 por ciento del capital social. Liberbank pretende con esta medida reforzar sus balances, mediante la cobertura de activos y la bajada de la mora. La entidad había sufrido el ataque de los especuladores en inversiones a corto, en el mes de junio, tras la crisis del Popular. La situación obligó a la Comisión nacional del Mercado de valores a dictar las prohibiciones a cortos sobre los valores del banco. Esa prohibición se ha prorrogado ya en dos ocasiones y finaliza el 30 de noviembre.
Precisamente esta medida ha permitido a la dirección de la compañía a adoptar medidas tendentes a su fortalecimiento para evitar nuevos ataques. Sin embargo, el pequeño tamaño del banco, el menor de los que cotizan en el mercado español y su fuerte implantación y su cuota de mercado en los territorios en los que opera, especialmente en Castilla-La Mancha y Asturias, le han convertido en un objetivo para posibles fusiones en un momento en el que las instituciones financieras españolas tratan de aumentar su músculo y en el que autoridades y analistas apuestan por un nuevo proceso de fusiones en los bancos españoles.