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El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, durante una sesión plenaria en las Cortes regionales.
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El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, durante una sesión plenaria en las Cortes regionales.

El gobierno regional oculta el número de pacientes a los que dio de baja de las listas de espera sin llegar a atenderles

miércoles 17 de enero de 2018, 23:14h
El gobierno no facilita los datos de procedimientos de cirugía mayor, tanto hospitalaria como ambulatoria, realizada en los diferentes hospitales de Castilla-La Mancha a lo largo de los diferentes meses del año pasado y particularmente el de diciembre. Esta información que ha sido solicitada por clm21.es permitiría arrojar algo más de luz a las causas del descenso de la lista de espera ese mes, que es la mayor de la serie histórica y que afectó fundamentalmente a los pacientes del servicio de traumatología del Complejo Hospitalario de Toledo y especialmente en el tramo de mayor espera. El descenso se produjo en un mes en el que las fiestas nacionales y la incidencia de gripe provocan tradicionalmente un descenso en la actividad de quirófanos.

A preguntas de clm21.es el gobierno reconoció que un porcentaje de ese descenso se produjo por el desestimiento de los pacientes, aunque no fijó las causas de ese de ese rechazo, que van desde que el paciente hubiera optado por ser intervenido fuera del sistema público de Castilla-la Mancha, que ya no residiera en la Comunidad o incluso que hubiera fallecido, causas que para el gobierno sería que “el paciente hubiera resuelto su situación”. A esas se une otra de carácter administrativo y es que no hubiera aceptado ser intervenido en un hospital distinto, a decenas o cientos de kilómetros de su residencia y de forma extemporánea, lo que automáticamente produciría la baja de la lista. Los datos permitirían conocer el número de personas que desaparecieron de las listas de espera sin llegar a ser intervenidos por el SESCAM y si los gestores sanitarios han empleado las derivaciones a otras provincias o centros hospitalarios como método administrativo y no sólo médico para obtener un mejor balance de gestión.

El SESCAM no facilita los datos de intervenciones quirúrgicas realizadas

Durante diciembre se redujo la cifra total de personas que aguardaban una operación en 3.608, lo que hizo que la lista de espera quirúrgica quedará ligeramente por encima de la que había un año antes, después de que en los últimos meses hubiesen ido subiendo de forma casi continua y en más de un 10%.

Los descensos de diciembre se produjeron, según los datos del SESCAM en todos los hospitales de la Comunidad, a excepción de los de Guadalajara, Hellín, Manzanares y Cuenca. En valores absolutos la mayor caída se registró en el Complejo Hospitalario de Toledo, donde la reducción fue de 1.707 pacientes (13,7%), seguido por Albacete con 790 personas (8,5%). Por especialidades, el número de pacientes de traumatología que desaparecieron de la lista en el último mes asciende a 2.370, son dos de cada tres casos totales, de ellos 1.484 casos son de este servicio del hospital de Toledo.

Precisamente, el caso de la reducción de la lista de Toledo y particularmente la del servicio de traumatología es la que más llama la atención. Según las explicaciones facilitadas por la gerente del SESCAM cuando hizo público los datos de lista de espera, la reducción se produjo fundamentalmente porque se trabajó en red y se derivaron pacientes de Toledo para ser intervenidos en Albacete, Alcázar, Talavera y Ciudad Real. Curiosamente estos hospitales que habrían absorbido las derivaciones de Toledo a la vez habrían logrado reducir también sus propias listas de forma considerable, en contra de lo que pasaba en los meses anteriores, en los que registraron crecimientos importantes. De hecho los hospitales de Toledo, Albacete, Alcázar, Talavera y Ciudad Real han reducido su lista de traumatología en 2.336 personas.

La reducción en diciembre fue en Talavera de casi un 15%, en Alcázar de un 12,4%, en Albacete de un 8,55% y en Ciudad Real de un 4,63%. A falta de que el gobierno aclare los datos todo apunta a que buena parte de la bajada se produjo por un desestimiento de los pacientes, lo que falta por determinar es si esta acción que es un común en la mayoría de las zonas sanitarias del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha responde a una acción política meditada para tratar de expulsar del sistema a los pacientes y poder ofrecer mejores resultados de las listas.

Llama la atención que en la página web de la Junta de Comunidades, el documento que recoge la actividad quirúrgica del Complejo Hospitalario de Toledo no se abra a pesar de que figura como documento disponible y con hipervínculo (ver aquí).

Fuentes relacionadas con la gestión sanitaria han señalado que es prácticamente imposible que la bajada se deba a que los pacientes han sido intervenidos porque el servicio de salud de Castilla-La Mancha no tiene capacidad para llevar a cabo en cuatro semanas con dos fiestas nacionales incluidas (Constitución e Inmaculada) 2.370 operaciones de traumatología de las que estaban pendientes en los quirófanos asignados a tal fin en cinco hospitales de la Comunidad.

La cirugía programada de traumatología del Complejo hospitalario de Toledo se viene realizando en cuatro quirófanos del Hospital de Parapléjicos. Según los estándares nacionales e internacionales, el rendimiento óptimo por quirófano y día es de 10 horas de lunes a jueves y 7 en viernes, de las que efectivas debería rondar entre el 85 y el 90%. Cuanto mayor sea el número de procedimientos realizados, menor será la utilización al aumentar el número de cambios de quirófano y las necesidades de preparación y limpieza de los mismos.

No existe un acuerdo universalmente aceptado sobre cuál es el nivel óptimo de utilización de los quirófanos. Las diferentes referencias proponen una banda entre el 75% y 90%. En España el grupo de expertos que elaboró en 2010 el documento “Bloque Quirúrgico. Estándares y Recomendaciones” y entre el que figuraba personal altamente cualificado del Servicio de Salud de Castilla-la Mancha señalaba que la utilización bruta de quirófano de traumatología en nuestro país era de oscilaba entre el 58,9% y el 86,4% y que el objetivo era estabilizarlo en el 77%. La utilización bruta se calcula en función de los tiempos quirúrgicos en relación a las horas disponibles de quirófano.

Las cifras de reducción de pacientes contabilizados no se corresponden con la capacidad de los recursos

Estos datos vienen al caso porque en diciembre cada quirófano podría haber estado operativo 130 horas totales, que habrían quedado reducidas según los estándares óptimos a un máximo de 115 horas, admitiendo el uso de un 88%. Las intervenciones de traumatología sencillas no bajan de la media hora o los 45 minutos y la media, podría situarse entre la hora y media y las dos horas, a la que habría que sumar los tiempos de limpieza y preparación de los quirófanos y cambios de pacientes. Esto supone que el rendimiento de cada quirófano se situaría entre las 58 y las 138 operaciones al mes sin llegar a contar ese tiempo perdido en preparativos. En el caso de Toledo para reducir la lista de espera de traumatología en las cifras ofrecidas por el SESCAM hubiera sido preciso disponer a pleno rendimiento de entre 11 y 20 quirófanos (duración media a duración mínima de las intervenciones) En el conjunto regional la bajada oficial ofrecida por el SESCAM de la lista de traumatología hubiera requerido el empleo de entre 19 y 31 quirófanos a rendimientos óptimos. Todo ello sin tener en cuenta la disponibilidad de personal, y de espacios de preoperatorio y postoperatorios.

Según las recomendaciones de los expertos en el estudio citado, “cada equipo quirúrgico debe disponer, al menos, de un cirujano/a principal y el número de ayudantes adecuado para cada procedimiento quirúrgico, de un/a anestesiólogo/a y dos enfermero/as, uno como instrumentista y otro como circulante. Como soporte a los equipos quirúrgicos, la unidad debe disponer del personal suficiente (auxiliares de enfermería, celadores y limpiadoras) para mantener la actividad programada y, en su caso, posibilitar la realización de la actividad urgente. La zona de recuperación postanestésica debe disponer de un/a enfermero/a y un/a auxiliar de enfermería por cada tres pacientes que se estén asistiendo en esta zona. El número de pacientes asistidos en la zona de recuperación postanestésica puede no ser igual al número de pacientes intervenidos, dependiendo del tipo de anestesia, complejidad de los procedimientos quirúrgicos y necesidades de cuidados de los pacientes.”

Esta fuerte demanda de personal para procedimientos quirúrgicos habría coincidido al menos en la última quincena del mes con el inicio de la onda epidémica de gripe, que provocó los primeros impactos en camas y personal, una onda que en ese periodo se dejó sentir especialmente en Talavera, Toledo, Puertollano y Ciudad Real según los boletines semanales de epidemiología del sistema de vigilancia de la gripe en España.

Además a las intervenciones “programadas electivas” en las que se encuadran las de las listas de espera, hay que sumar las intervenciones de emergencia (las que se realizan dentro de una hora), las de urgencias (dentro de las 24 horas) y las programadas simples (las que se realizan dentro de las tres primeras semanas) que tuvieron que atenderse durante el pasado mes.

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