Según ha publicado elEconomista, la compañía ha iniciado conversaciones con la gran banca española y con posibles nuevos financiadores para ajustar los plazos de devolución y alargar los vencimientos de parte de su deuda. Esta nueva negociación se suma a la reestructuración acometida en 2023, cuando Incarlopsa firmó un acuerdo con varias entidades por unos 358 millones de euros, que permitió extender los vencimientos hasta 2026 y 2029.
Desde Incarlospa puntualizan que este movimiento, a diferencia de la operación de 2023, parte de un escenario totalmente diferente y no tiene como objetivo refinanciar la deuda. Se trata de una nueva estructuración financiera que tiene por objeto acompañar a la compañía en su plan de crecimiento y negocio previsto para los próximos años. Esta nueva operación, que se estructura con un horizonte de hasta 6 años, sustituye al anterior tramo de deuda de 358 millones, de los que la compañía ya había venido amortizando una parte de la misma, y busca llevar a cabo su nuevo plan de crecimiento y expansión, con el apoyo financiero de los acreedores.
La negociación con los nuevos acreedores -que podrían incluir tanto bancos como fondos de inversión especializados en deuda corporativa- marcará la evolución del grupo en los próximos años. En el marco de esta operación, las conversaciones con las distintas entidades financieras todavía se encuentran en curso. Se prevé una continuidad de los actuales y la posible incorporación de nuevos acreedores, fortaleciendo así la base de financiación y la confianza en el proyecto.
Fuentes de la compañía cárnica afirman que el cierre de la nueva estructura está estimado antes de finales de este año, sujeto a la finalización de los acuerdos y aprobaciones correspondientes.
A cierre de 2024 la compañía registró una cifra de negocio histórica cercana a los 1.200 millones de euros, que representa un incremento del 2,6% respecto al ejercicio anterior, manteniéndose como la primera empresa de Castilla-La Mancha y una de las mayores del sector cárnico español. Por tanto, este sólido desempeño operativo y financiero respalda la operación a nivel Grupo y refuerza su capacidad para cumplir los compromisos asumidos bajo la nueva estructura con los que poder desarrollar el plan de crecimiento de la compañía de aquí a los próximos años.
En cualquier caso, el peso de Incarlopsa en la economía regional sigue siendo incuestionable: más de 2.400 empleos directos, una amplia red de proveedores locales y una posición estratégica en la cadena de suministro alimentaria nacional. La refinanciación de su deuda, más allá del ámbito financiero, representa un movimiento crucial para blindar uno de los principales motores industriales de Castilla-La Mancha.