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Más plazas MIR, recuperar a médicos emigrados y alargar voluntariamente la jubilación, medidas para resolver el déficit estructural de especialistas
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Más plazas MIR, recuperar a médicos emigrados y alargar voluntariamente la jubilación, medidas para resolver el déficit estructural de especialistas

miércoles 14 de febrero de 2018, 23:30h
La fuga de médicos españoles a otros países de la Unión buscando mejores condiciones laborales, la falta de oferta de plazas de MIR, la lentitud en el proceso de homologación de especialistas extracomunitarios y la necesidad de reducir costes son cuatro de las principales causas de la falta de determinados especialistas en la sanidad española. La respuesta de algunas comunidades autónomas, entre ellas Castilla-La Mancha, lejos de tratar de solventar la causa del problema aumentando las plazas formativas de MIR, que es una medida a un plazo no inferior a cuatro años, o la de tratar de retornar a los facultativos emigrados o de captar médicos de la Unión Europea, ha sido la de contratar a especialistas extracomunitarios. El problema es que estos especialistas deben homologar su título en España, un proceso muy lento. Esa exigencia viene motivada por la diferencia en los planes formativos de unos países a otros.

La denuncia del jefe del servicio de obstetricia y ginecología del hospital de Puertollano sobre la contratación de médicos con la titulación sin homologar y su posterior difusión por parte de la oposición, además de haber provocado la desconfianza entre la población, ha puesto sobre el tapete una de las principales carencias que lastran el sistema de salud: la falta de profesionales cualificados suficientes. La directora del SESCAM, Regina Leal, achaca este problema que padecen todos los servicios públicos de salud a una mala planificación.

De los 18.000 médicos que han abandonado España desde 2011, 12.000 lo han hecho para trabajar en otro país

En los últimos años nuestro país ha sufrido un movimiento migratorio intenso tanto de entrada como de salida de profesionales sanitarios. Según la Confederación estatal de Sindicatos Médicos, más de 8.000 facultativos abandonaron nuestro país antes de 2007. A partir de esa fecha y hasta 2010 se sumaron, según los datos de la Organización Médica Colegial otros 2.560. Y no existen cifras de los que han emigrado en la década actual, especialmente en los años duros de la crisis económica y de recortes en todo el sistema sanitario público español. La Organización Médico Colegial desde 2011 ha expedido un total de 18.231 certificados de idoneidad a médicos españoles que han pedido irse al extranjero a trabajar o seguir formándose. La mayoría de las peticiones de estos certificados son para salir a trabajar en otros países (siete de cada diez).

En paralelo, desde 2005 se produjo una llegada masiva de médicos de los países hermanos de Hispanoamérica, que tras homologar su licenciatura buscaban completar su formación como especialistas en España. Tal fue el flujo en la primera década del siglo que los licenciados extracomunitarios homologados fueron 40.400. En ese periodo salieron de las facultades españolas 44.300 médicos. España se encontró así con 84.700 profesionales en búsqueda de especialización.

Los licenciados extranjeros con título homologado por Educación y Ciencia pueden presentarse al acceso al MIR como cualquier médico español. Sin embargo, una vez pasado las pruebas y obtenida la puntuación sólo tienen un cupo limitado de plazas respecto al total de médicos presentados. En la actualidad está en el 4%. Entre 2010 y 2012 las plazas MIR escogidas por licenciados de otros países oscilaron entre el 30 y el 20 por ciento. En los años siguientes, el porcentaje descendió hasta situarse a partir de 2016 por debajo del 10%. Todo ello, a pesar de que en algunas convocatorias los licenciados extracomunitarios llegaron a representar más del 45% de los que se presentaron a las pruebas de acceso al MIR. Este sistema de cupo supone que médicos extracomunitarios se queden sin plaza MIR pese a haber tenido mejor nota que los nacionales.

En los últimos años el total de médicos admitidos a las convocatorias MIR no ha bajado en ningún caso de los 11.789 (año 2013) llegando a superar los 14.000 (año 2018).

Este flujo se tradujo en la presencia en el sistema nacional de salud de médicos formados en sus países de origen con la especialidad obtenida en España. Sin embargo la fuga de especialistas españoles hacia otros países y el boom nuevos hospitales provocó la necesidad de nuevos especialistas que el MIR no llegaba a cubrir por una mala planificación, que no ha adecuado la oferta de plazas a la demanda del sistema.

Sólo uno de cada cuatro especialistas extranjeros consigue en nuestro país la homologación del comité de evaluación

Eso ha provocado que el gobierno de Castilla-La Mancha haya tratado de paliar las necesidades de especialistas mediante la contratación de médicos de otros países extracomunitarios que tienen sin homologar el título conseguido en su país de origen. Dice la gerente del SESCAM que tienen una formación acreditada. Pero el sistema legal español (artículo 8 y concordantes del Real Decreto 459/2010) establece que esa acreditación la tiene que dar un comité de evaluación tras una prueba teórico-práctica, la realización de unas prácticas de tres meses evaluables ampliables mediante un proceso de formación complementario. Y esos especialistas contratados por el SESCAM puede que sean grandes médicos, pero necesitan contar con la acreditación oficial para poder ejercer la especialidad.

En las últimas evaluaciones sólo uno de cada cuatro aspirantes logró obtener la homologación. Tal y como publicó clm21.es hace varias semanas, en los últimos nueve meses de 2017 el Ministerio de Sanidad evaluó a casi 2.500 profesionales extracomunitarios y sólo concedió la homologación a 600.

Algunas dirigentes de organizaciones, como la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) rechazan esta fórmula de contratación de médicos extranjeros como solución. Según las declaraciones publicadas ya a finales del año pasado por el diario especializado consalud.es, el secretario general de CESM manifestaba que “nos parece una irresponsabilidad absoluta. Si se permite que más de 3.000 médicos se vayan todos los años fuera de España, estando bien formados y en los que se invierten más de 200.000 euros, ¿vamos a permitir que se vayan los españoles y se jubilen a médicos para traer gente de otros países que ni siquiera tienen la formación que tienen los españoles?”.

En España, medicina es de las carreras más duras, por no decir la que más, del sistema educativo. Las 45 facultades que imparten el grado de Medicina exigen para el ingreso las notas de corte más altas de todas las escuelas y facultades, por encima de los 12 puntos, cuando lo común está en poco más de seis puntos, la duración de los estudios generalistas es de 6 años y luego debe hacerse un examen para acceder a la formación en la especialidad, que salvó en tres especialidades es de 4 o 5 años. El pasado fin de semana más de 14.000 licenciados en medicina hicieron el examen para optar a plaza de las 6.500 que el sistema nacional de salud ha ofertado (de ellas, Castilla-La Mancha que cuenta con dos facultades y varios hospitales universitarios ha ofrecido 373 plazas). Los datos indican que hay médicos, pero no hay plazas para formarlos en la especialidad.

Por otra parte y según sostiene la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), la solución a las necesidades de profesionales pasa por permitir alargar la edad de jubilación o ampliar las plazas de MIR. Para CESM las ofertas públicas de empleo de las comunidades autónomas, no van a resolver las necesidades de especialistas ni van suponer un aumento de plantillas, sino que van a consolidar los empleos existentes y, principalmente, lo que van a aportar es la reducción de la precariedad laboral.

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