En noviembre, a un mes de cerrar las estadísticas para el informe de situación nacional, la lista quirúrgica regional batía récord en esta legislatura y rozaba los 40.000 pacientes. De la noche a la mañana la lista se redujo en 3.600 personas (el mayor descenso de los últimos meses), a pesar de que fue uno de los meses del año con menor actividad en quirófano. Esta maniobra permitió cerrar 2017 con 36.180 ciudadanos en espera, prácticamente un número similar al de 2016, año que terminó con una lista quirúrgica de 36.096 personas.
Febrero cerró con 1.249 castellano-manchegos más que hace un año, pendientes de ser operados en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha
En los últimos 12 meses el número de castellano-manchegos que aguardan pasar por el quirófano son 1.249 más que hace un año, todo ello a pesar de esa bajada que se hizo en diciembre de forma administrativa para tratar de presentar un ratio no tan malo en comparación con el resto de Comunidades Autónomas.
Según el director general de Asistencia Sanitaria, José Antonio Ballesteros, el incremento de los últimos meses se debe a que en la medida que se aumenta la actividad de los especialistas, algunos de los casos terminan derivando a cirugía. Otra de las razones puntuales que ha ofrecido sobre los datos del mes de febrero es la resaca del pico de gripe.
Según ha manifestado el director general, el servicio regional de salud está tratando de dar prioridad en la actividad de sus 129 quirófanos a los pacientes que llevan más tiempo esperando. Febrero cerró con 13.015 pacientes que llevan esperando más de seis meses. Hace un año eran 11.752 y a principios de legislatura, cuando el actual equipo se hizo cargo de la responsabilidad de gestionar el servicio público de salud eran 3.566. En esa época, final de junio de 2015 la lista quirúrgica total era de 32.902 personas. Eso supone 4.368 menos que en la actualidad.
En su exposición antes del turno de preguntas, el director general de Asistencia Sanitaria del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, José Antonio Ballesteros, ha preferido hace un balance conjunto de las tres listas de espera sanitarias existentes, la quirúrgica, la de especialista y la de pruebas diagnósticas y ha señalado que “por noveno mes consecutivo, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha conseguido mantener las listas de espera sanitaria por debajo de los 100.000 pacientes, habiéndose situado al cierre del pasado mes de febrero en 98.386 pacientes, lo que supone 13.050 menos que hace un año”.
Según esta información, la lista quirúrgica representa ya cerca del 40 por ciento del total de pacientes que aguardan ser atendidos por el servicio público de salud.
No obstante, el director general ha mantenido el optimismo en su exposición y ha señalado que se han producido incrementos notables en la actividad asistencial, lo que, según sus datos, estaría facilitando la reducción de las listas de espera. Ballesteros ha explicado que eso es posible por “el aumento presupuestario que el Gobierno del presidente Emiliano García-Page está realizando en la sanidad castellano-manchega”.
La normativa establece que los plazos máximos de espera quirúrgica no podrán superar los 180 días y eso para las cirugías cardíaca, valvular, coronaria, cataratas, prótesis de cadera y prótesis de rodilla
Preguntado por clm21.es por las razones por las que con esos datos el gobierno se negaba a que se realizase una auditoría de las listas de espera o una comisión parlamentaria de estudio e investigación sobre las mismas, tal y como ha solicitado la oposición, el director general ha señalado que el SESCAM se atiene a la legislación vigente del Ministerio sobre listas de espera y ha citado el decreto de 2003 por el que se establecen medidas para el tratamiento homogéneo de la información sobre las listas de espera en el Sistema Nacional de Salud.
Además de este decreto, en junio de 2011, el Ministerio aprobó otro por el que se establecen los criterios marco para garantizar un tiempo máximo de acceso a las prestaciones sanitarias del Sistema Nacional de Salud. En ese decreto se establecen como “tiempos máximos de acceso garantizados a los usuarios” los 180 días para cirugías cardíaca, valvular, coronaria, cataratas, prótesis de cadera y prótesis de rodilla. Para el resto de patologías los plazos deben ser inferiores y deberán ser concretados por las diferentes Comunidades. Recientemente el gobierno ha rechazado que se tramite la propuesta del grupo Popular de una ley de garantías donde se establezcan y concreten los plazos, argumentando su repercusión presupuestaria.