El MIR es el periodo de formación especializada que es obligatorio para ejercer la medicina en los servicios públicos de salud españoles y de la Unión Europea. A la formación MIR pueden acceder médicos de otros países, que no pueden superar el 4% de las plazas. El resto de especialistas que no se hayan formado en España o en la Unión Europea, necesitan un proceso de homologación, que requiere la equiparación teórica de los títulos y una formación práctica supervisada.
Además de la residencia para médicos, también la hay para psicólogos, farmacéuticos, químicos, biólogos y radiofísicos. En el caso de Castilla-La Mancha, estas otras enseñanzas tienen a 59 estudiantes (entre ellos 9 bioquímicos, 19 farmacéuticos, 13 analistas clínicos y 16 psicólogos clínicos).
De esos 876 residentes (médicos y no médicos), 606 son mujeres (69,2%), lo que sitúa a Castilla-La Mancha como tercera región en feminización de estos profesionales, por detrás de la Rioja (72,1%) y del País Vasco (70,6%).
La mayor parte de los profesionales en formación en nuestra región, pertenecen a la especialidad de medicina familiar y comunitaria (245). Medicina interna (47), cirugía ortopédica y traumatología (42), obstetricia y ginecología (36), pediatría (32), anestesiología y reanimación (28) y cardiología (27) y cirugía de digestivo (27), son las especialidades que acaparan mayor número de facultativos residentes. En el campo contrario, en la actualidad no hay ningún residente en nuestra comunidad que se forme en cirugías cardiovascular, maxilofacial o pediátrica. Tampoco hay facultativos residentes en farmacología clínica, medicina de educación física, inmunología, medicina legal y forense, radiofarmacia ni radiofísica hospitalaria.