Tras el golpe de mano para derrocar a Sánchez, la apuesta en las primarias por Susana Díaz, la persecución de algunos de los líderes sanchistas en Castilla-La Mancha, la fracasada negociación con el PP para tratar de salvar su gobierno y en última instancia, la formación del gobierno de coalición con Podemos (algo que Pedro Sánchez ha rechazado hacer a nivel nacional), Page volvió a tratar de marcar la línea política a Sánchez. Fue con motivo de la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal celebrada tras la presentación de la moción de censura. García-Page no habló dentro, pero sí a los medios, y volvió a poner la barrera en Cataluña.
La Consejería de Hacienda trabaja ya para que el nuevo gobierno sea más permisivo y dé por cumplido el objetivo de déficit de 2017 en su informe definitivo
Ahora con Sánchez al frente del partido y del gobierno, García-Page quiere pactar algunos temas para Castilla-La Mancha y mantener un perfil plano, de beligerancia cero o de beligerancia pactada. Busca que el gobierno de Sánchez le facilite bazas de cara a la campaña electoral del año que viene.
Consciente de la mala imagen de gestión que tiene el gobierno regional, una de las líneas en las que ya está trabajando la Consejería de Hacienda es tratar de conseguir arreglar en los despachos todos los temas relativos al déficit. Tienen la confianza de que el informe definitivo sobre el grado de cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad financiera, que debe ver la luz a finales de septiembre, sea más permisivo que el provisional. El gobierno regional, que está entre los que tienen las finanzas más deterioradas de España, busca que finalmente el informe definitivo rebaje una décima el dato provisional y deje el déficit en el 0,62% del PIB. Eso le permitiría un respiro en materia de comunicación. De momento, los documentos que se mueven en el Edificio del Nuncio (sede de la Hacienda regional) tratan de dar justificación a esa rebaja. Con un escaso margen de maniobra, el departamento de Hacienda trata de que se acepten criterios contables más laxos sobre el déficit de instituciones y organismos regionales de la Junta considerados administraciones públicas y que se admitan contablemente mayores ingresos de la Unión Europea. La cifra mágica de la rebaja de los ajustes contables es de 25 millones de euros.
Y si una de las líneas es la que le permite mejorar la muy deteriorada imagen de gestor público, las otras van orientadas a reforzar la imagen regionalista y los territorios considerados esenciales en clave de votos electorales.
Le pide 40 millones para inversiones en Puertollano, que entierre el ATC de Villar de Cañas y destine los fondos previstos a otras infraestructuras
En materia regionalista, el tema principal es poner fin al proyecto de almacén de residuos nucleares (ATC) en Villar de Cañas. El Ejecutivo regional lo daba ya por muerto porque urbanísticamente era imposible de llevar a cabo, salvo que existiese una declaración de interés general desde el gobierno central, cosa que no esperaban que se produjera en año preelectoral. De lo que se trata ahora es que el gobierno de Pedro Sánchez certifique que no va a producirse la calificación de singularidad del almacén, lo que permitiría a García-Page una baza política en clave regionalista. En esta línea, que ya fue adelantada por clm21.es el pasado domingo, ha incidido la portavoz del PSOE en las Cortes regionales al señalar que además se aspira a que los 145 millones que estaban previstos para esta infraestructura en los presupuestos de este año se destinen a otras inversiones en Castilla-La Mancha.
Los otros objetivos a corto plazo son medidas que incidan en dos zonas que el PSOE considera clave para las elecciones del próximo año: Talavera y Puertollano. Y en Talavera, el proyecto principal es el plan de ferrocarril tradicional, que beneficia también a la Extremadura de Fernández Vara. Son conscientes de que para llegar al periodo electoral bastaría con el anuncio de estas y otras medidas. Para Puertollano, el gobierno regional lleva en la cartera pedir a la titular de Energía (Teresa Ribera) que se dote la ciudad de los fondos “Miner”, cuyo destino fundamental son las ayudas a proyectos empresariales que puedan generar empleo y desarrollo alternativo en las zonas mineras. Con ellos aspiran a inyectar 40 millones de euros para subvencionar con hasta el 35% algunos proyectos que hay sobre la mesa y que el gobierno regional no subvenciona con cargo a su presupuesto.
Se conforma con una comisión para hablar del trasvase
Tras el compromiso de Pedro Sánchez de mantener el trasvase Tajo-Segura, realizado públicamente en su visita el pasado 30 de abril a Molina de Segura, el gobierno regional, que batalló sin ahorrarse calificativos contra el gobierno de Mariano Rajoy, se conformaría con que se anunciase la creación de un grupo o de una comisión para hablar. Una medida que mantendría la situación real en el mismo punto que ahora, pero que le haría ganar tiempo y poder hacer una finta dialéctica con la que tratar de salvar la cara.
Quiere que se anuncien inversiones millonarias en Puertollano y Talavera, zonas consideradas prioritarias desde el punto de vista electoral
Los temas mayores están en materia de financiación. Y en esa pelea el elemento discordante es Cataluña. Pedro Sánchez está haciendo una política en la que escenifica que no va a permitir la independencia unilateral ni el derecho a decidir. La salida que ofrece es diálogo a partir del Estatuto del tripartito, cuyo eje identitario fue declarado inconstitucional, y mejorar el sistema de financiación. Esto último es tanto como que Cataluña, que aporta la cuarta parte del PIB nacional, reciba más fondos en detrimento del resto de Comunidades. El gobierno regional que estaba dispuesto a la confrontación mediática con el PP en materia de financiación ahora está dispuesto a aceptar el modelo de financiación que salga de La Moncloa y, al igual que hizo cuando se aprobó el “ruinoso” modelo vigente en la actualidad, lo venderá como beneficioso para Castilla-La Mancha, a sabiendas de que eso sólo se podrá cuestionar cuando ya lleve varios años en marcha y se compruebe, como ha pasado con el actual, que Castilla-La Mancha ha salido seriamente perjudicada.
Por otra parte está el tema de la deuda pública catalana, que mayoritariamente es con el Ministerio de Hacienda. Sobre la mesa hay dos proyectos: la condonación o la reestructuración. Cualquiera de los dos sería beneficiosa para Castilla-La Mancha. Hasta la fecha, la propuesta de Cristóbal Montoro era ir a una reestructuración para desahogar las finanzas regionales. Ahora está por ver si se va más allá. Otra cosa es la deuda histórica, y la deuda de la dependencia.
Si (
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