El que fuera secretario general del PSOE de Albacete y miembro de la corriente sanchista, perseguido desde la dirección regional por Emiliano García-Page, ha sido nombrado hoy por el Consejo de Ministros nuevo delegado del gobierno en Castilla-La Mancha, en sustitución de José Julián Gregorio, que ostentaba el cargo en el gobierno de Mariano Rajoy.
Con el nombramiento, el aparato nacional del partido manda un mensaje claro e inequívoco a García-Page y Sánchez sitúa a un hombre de su entera confianza en un puesto clave en la política regional, desde el que se mantiene una fuerte y estrecha relación con los alcaldes y municipios de la Comunidad. Tradicionalmente, en el socialismo de Castilla-La Mancha en el gobierno, la dirección territorial negociaba y gestionaba que el nombramiento del delegado del gobierno recayera en una persona en sintonía con el presidente autonómico y con el secretario regional, y era una señal de influencia del presidente autonómico.
González Ramos, hasta ahora diputado nacional por Albacete, es miembro del equipo de Pedro Sánchez en la ejecutiva federal del PSOE, donde es responsable de la Secretaría de Agricultura. Precisamente, González Ramos se inició en la actividad política como delegado de Agricultura en Albacete.
Ramos renunció a presentarse a la reelección a la secretaría provincial de Albacete en el último congreso. Su nombre ha llegado a sonar como alternativa a García-Page tanto a nivel de partido como en la candidatura a la Junta de Comunidades en las elecciones del año que viene.
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