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García Page se reúne con Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA, para recibir el informe 'situación Castilla-La Mancha' del BBVA Research.
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García Page se reúne con Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA, para recibir el informe "situación Castilla-La Mancha" del BBVA Research. (Foto: Ignacio López//JCCM)

El BBVA prevé que se mantenga la desaceleración de la economía de CLM en 2018 y 2019

  • La entidad cifra en el 2,8% el crecimiento del PIB en 2018 y en el 2,6% el de 2019

miércoles 03 de octubre de 2018, 15:36h
El servicio de estudios BBVA prevé que la economía regional mantenga la desaceleración iniciada el año pasado y estima que, aunque esta tendencia puede ser transitoria, la economía regional no volverá a crecer por encima del 3%, como pasó en los años 2015 y 2016. En concreto, el BBVA estima un crecimiento económico del 2,8% en Castilla-La Mancha en 2018, para posteriormente desacelerarse hasta el 2,6% en 2019. Ello, según la entidad, permitiría crear unos 30.000 empleos en el conjunto de los dos años y reducir la tasa de paro promedio hasta el 17,1% el año que viene.
El dato del BBVA está dos décimas del avanzado ayer por otro servicio de análisis, el Centro de Estudios de Predicción Económica (CEPREDE), que situó el crecimiento castellano-manchego a final de año en el 2,5% (una décima del previsto hace un mes, cuando lo situó en el 2,6%).

La previsión del último informe de situación de la economía castellano-manchega rebaja en una décima para 2018 las elaboradas por el primer informe del BBVA que data de hace un año.

Las predicciones del BBVA para Castilla-La Mancha se presentan tradicionalmente en los meses de septiembre u octubre y suelen reflejar un sesgo al alza y contemplan la evolución prevista para el año en curso y para el siguiente. Así, el año pasado el informe contemplaba que PIB regional aumentaría “un 3,4% en 2017, y se mantendría dinámico, en el 2,9%, en 2018, lo que a su vez permitiría la creación neta de unos 34 mil empleos en el conjunto de los dos años”. Finalmente la economía castellano-manchega creció casi un punto menos, en concreto cerró 2017 con un aumento del PIB del 2,5% y no con el 3,4% contemplado en el informe de situación elaborado en septiembre de 2017. Así lo reconoce y recoge el propio BBVA en el estudio que acaba de presentar para 2018: “La primera estimación del INE sobre el crecimiento del PIB en 2017 reflejó que la actividad en Castilla-La Mancha se incrementó un 2,5%, (0,8 p.p. menos de lo esperado por BBVA Research tras la última revisión de previsiones y 0,9 p.p. menos de lo previsto en el anterior número de esta publicación 4 hace un año)”.

El BBVA contempla que el incremento de la demanda interna podría ser menor que en años anteriores. “Entre los factores que explicarían lo anterior -dice el informe- destaca, en primer lugar, el agotamiento del empuje ligado a la “demanda embalsada” durante la crisis, así como la pérdida de tracción de los vientos de cola que venían impulsando la actividad. En segundo lugar, el repunte del precio del petróleo está teniendo un efecto negativo sobre la renta disponible de los hogares y los costes de producción de las empresas, que explica en parte la ralentización del gasto interno. En tercer lugar, las Comunidades Autónomas dependientes del turismo en España, muestran una ralentización relacionada principalmente con la mayor competencia de destinos alternativos. Aunque las exportaciones de servicios turísticos no son una parte importante de la economía de la región, la moderación de la creación de puestos de trabajo en ciertas Comunidades podría afectar negativamente la demanda por bienes y servicios de Castilla-La Mancha. Finalmente, aunque parece atenuarse la tensión relacionada con el entorno político en Cataluña, algunos indicadores como la afiliación sugieren que el efecto contractivo sobre la economía catalana perdura, con efectos negativos hacia el resto de España. De cumplirse el escenario planteado para Castilla-La Mancha, la región completaría cinco años con un crecimiento anual promedio del 3,0%. Entre el final de 2017 y el de 2019 se espera que se puedan crear unos 48 mil puestos de trabajo, y reducir la tasa de paro hasta el 14,8% al final de dicho periodo, todavía 7 puntos porcentuales por encima del nivel pre-crisis”.

A la hora de enjuiciar los factores del crecimiento del año pasado, el BBVA señala que ”en 2017, el diferencial de crecimiento respecto a España (3,0% en España frente al 2,5% de Castilla-La Mancha) se debió, fundamentalmente, a la menor aportación de los servicios privados. Destaca la menor contribución de las actividades profesionales (que se explica por un menor peso de los mismos en el PIB de la comunidad, y no tanto por diferencias en el dinamismo de actividad en este sector), así como una mayor aportación de los servicios públicos en la región (tanto por un dinamismo levemente mayor, como por un mayor peso relativo frente a la media española)”.

Respecto a lo que llevamos de 2018, el BBVA anticipa que el crecimiento en el primer semestre de la economía regional habría sido de un promedio del 0,8% y en el tercer trimestre el crecimiento habría sido de 0,7%. Los datos contrastan con los ofrecidos en agosto por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal que cifraba el crecimiento de la economía regional en el 0,4% en el primer trimestre y en el 0,5% en el segundo trimestre.

Diferencias aparte, el BBVA observa que el consumo privado se acelera en Castilla-La Mancha, tras una relativa debilidad en 2017 y cifra esa aceleración en el 0,8% en el primer semestre. Asimismo estima que continúa el impulso del consumo y de la inversión pública observado en 2017. También registra que la licitación ha caído a comienzos de 2018, lastrada por la caída de la obra civil. Otro de los factores contemplados para elaborar la previsión es el de la demanda residencial que “en Castilla-La Mancha se desacelera en los primeros compases de 2018 tras el buen registro de 2017”. Más pormenorizadamente, apunta a un crecimiento de las transacciones de vivienda por debajo de la media nacional, también que el precio de la vivienda sigue mostrando un menor dinamismo que la media nacional y que los visados de nuevas viviendas firmados en Castilla-La Mancha mostraron una recuperación menos intensa que la media española en 2017.

En el apartado de la inversión productiva, el estudio apunta a la desaceleración que se registra en 2018, aunque sigue creciendo en tasas elevadas. Esa desaceleración también se da en las exportaciones, que siguen manteniendo crecimientos positivos: “Los datos más recientes apuntan a que las exportaciones reales están aumentando a un ritmo menor que en 2017 (5,3% a/a en el primer semestre de 2018). Se observa una desaceleración en alimentos y semimanufacturas (4,8% y 10% a/a respectivamente) y reducciones interanuales en las ventas de productos energéticos (-44%)”.

En cuanto al turismo, el informe del BBVA señala que “el año pasado las entradas de viajeros y las pernoctaciones en hoteles de Castilla-La Mancha rondaron los 185.000 y 315.000 respectivamente, con crecimientos totales del 3% y 3,5%”. Y que “el segmento de los residentes en el extranjero fue más dinámico que el turismo doméstico”. Estos datos estuvieron acompañados por un aumento moderado de los precios hoteleros de la región, +1,9% a/a en términos reales.
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