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Fotografía del último debate sobre el estado de la Región.
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Fotografía del último debate sobre el estado de la Región. (Foto: Cortes CLM)

El debate sobre el estado de la Autonomía llega en pleno desapego de los ciudadanos con la Comunidad

  • Primer cara a cara entre los presidenciables Francisco Núñez (PP) y García-Page (PSOE)
  • Paro y situación económica centran la atención de los castellano-manchegos, que también consideran principales problemas la corrupción y el fraude, a los propios políticos, la sanidad, la independencia de Cataluña, la inmigración y la educación

lunes 29 de octubre de 2018, 18:45h
Las Cortes de Castilla-La Mancha acogen el último gran debate político de la legislatura. Es el primero que enfrentará al recién elegido presidente regional y candidato a la Junta de Comunidades, Francisco Núñez, y el presidente y candidato a la reelección por el Partido Socialista, Emiliano García-Page. El debate llega en un momento de gran tensión política, de desaceleración económica y con uno de cada cuatro castellano-manchegos manifestándose partidarios de la supresión de las Autonomías y de la recentralización del Estado o de, al menos, recortar las competencias a las Comunidades.
Los dos líderes políticos llevan unos días preparando un debate al que le dan mucho interés, más que el que le presta la ciudadanía. Una ciudadanía que, más allá de las lecturas políticas, siente una honda preocupación por su día a día y dicen en las encuestas (ver las del CIS de septiembre y octubre) que los temas que más preocupan en el conjunto son el paro, la corrupción y el fraude, los propios políticos, los problemas de índole económica, la sanidad, la independencia de Cataluña, la inmigración y la educación. Y a la hora de señalar los que más les atañen a ellos particularmente, los castellano-manchegos señalan al paro y a la situación económica, seguidos de la situación de la sanidad.

Las subidas fiscales a los autónomos y a las clases media y obrera amenazan a García-Page

Así las cosas, los discursos pasan por conectar con esa ciudadanía que, en muchos casos, ve a los políticos más como problema que como solución. El escenario económico que heredó el gobierno regional fue de fuerte crecimiento, de una senda en la que la región empezaba a salir de la crisis con mayor fuerza que el conjunto del país. En la actualidad, la economía crece por debajo de lo que lo hace el conjunto del país. Un escenario en el que a fecha de hoy el descenso del paro se mantiene, pero a menor ritmo que en años anteriores y en el que la inflación (la más alta de España) golpea a las familias, que ven cómo los precios crecen más que su renta disponible. Y Castilla-La Mancha es la tercera región española con menor renta disponible. Por cada 100 euros de media que tiene un español, un castellano-manchego dispone de 78,7 euros.

En el escenario futuro, las anunciadas subidas fiscales por parte del gobierno de la nación amenazan con golpear aún más los bolsillos de la mayor parte de los núcleos familiares y de la columna vertebral del tejido productivo de la Comunidad, a los autónomos y a las clases medias y obreras. Una reforma fiscal que nacía bajo la idea de que los ricos pagasen más para costear pensiones y gasto social, se ha ido reconvirtiendo hacia los terrenos más prácticos del Ejecutivo a efectos de recaudación, que ha tirado de la ley de los grandes números (subir a las grandes bolsas de cotizantes fiscales: autónomos, usuarios del automóvil, a los que tienen suscrito un seguro de casa o del automóvil…) sin que ese grueso de la población vaya a ver un beneficio directo en ese esfuerzo que se le exige. Es más, parte del dinero a empresas serán repercutidos a los usuarios (bancos, tasa Google) y son contadas las medidas adoptadas para las rentas más altas: la tasa Tobin a las operaciones de compra-venta de valores financieros y la subida a las rentas altas.

La desaceleración económica y los Planes de Empleo

La desaceleración económica regional y la política fiscal del gobierno nacional suponen el gran revés económico para el gobierno regional. Hay indicadores y estadísticas que se pueden usar a conveniencia para hilar un discurso, pero en materia económica y a efectos de los ciudadanos, el gobierno regional ha desaprovechado la inercia que se encontró. El punto más fuerte del gobierno es el impacto de las políticas activas de empleo en el incremento de la ocupación y el descenso del paro. Los contratos temporales del Programa de Empleo han permitido un impacto positivo. El gobierno del presidente García-Page ha sufrido recientemente un serio revés al dictaminar un tribunal de justicia que las personas contratadas deben cobrar lo mismo que perciben los empleados públicos por ejercer los mismos trabajos. O dicho de otra manera, la condición de parado no puede servir al gobierno para pagarle un menor salario por un mismo trabajo.

El gobierno, preso de las expectativas que generó

En el terreno de las finanzas públicas, el mejor comportamiento de la economía ha permitido mejorar los ingresos de la Comunidad y con ello disponer de la posibilidad de recuperar el terreno perdido por la crisis. Una de las características del gobierno actual es su inmensa capacidad de generar expectativas. Llegó al poder con una cartera debajo del brazo repleta de proyectos de recuperación social. Y se enfrentó a una dura realidad y es que, a pesar de tener más dinero que su predecesora, todavía es insuficiente para recuperar los niveles que tenían los servicios públicos en 2009. Esas promesas le han llevado a incumplir sus compromisos con el déficit, elevar el endeudamiento público hasta cerca de los 15.000 millones de euros y cerrar el último año traspasando 156 millones de euros en facturas sin pagar al ejercicio siguiente.

Precisamente esa capacidad para generar expectativas y tratar de mantenerlas vivas se ha convertido en el principal enemigo del propio gobierno. Han pasado tres años desde que se presentó con un catálogo electoral y con un acuerdo de investidura con numerosas promesas de corte social. Hoy los tres pilares del estado del bienestar que dependen de la Comunidad se mantienen con fuertes debilidades.

De la inestabilidad, al gobierno con la extrema izquierda

Y si en economía el gobierno se encontraba con mayores ingresos para poder equilibrar y sanear las finanzas públicas, desde el punto de vista político, el gobierno es el más inestable que se ha dado en la historia de nuestra comunidad. Esa inestabilidad fue patente a partir de septiembre de 2016 y especialmente entre abril y agosto de 2017, con un enfrentamiento abierto entre los dos grupos que lo sostenían en el Parlamento. Tras el revés interno sufrido por García-Page en las primarias nacionales de su partido y un periodo de depresión, llevó a cabo la estabilización del ejecutivo y despejó dudas sobre su futuro al dar entrada en su gobierno al partido de izquierda/extrema izquierda Podemos.

Ha tratado de que la estabilidad se reflejase manteniendo a su gobierno, en el que -a parte de la entrada de Podemos- sólo ha llevado a cabo un cambio. Fue el de la consejera de Educación, después de que esta tuviera varios encontronazos con sindicatos y sectores de la comunidad educativa y hasta con sus propios compañeros de gabinete. Esa continuidad y esa imagen de pretendida estabilidad se ha hecho a costa de sacrificar eficiencia y eficacia en la gestión, al mantener a consejeros que presentaban fuertes carencias y que son políticamente más endebles que algunos de los miembros de sus respectivos equipos.

La renovación en el PP

Por su parte, el PP ha afrontado la renovación de su dirección hace escasamente tres semanas. El nuevo presidente, Francisco Núñez, se ha planteado como eje de su acción política “gobernar en coalición con los colectivos sociales”. Escuchar y atender a estos colectivos le llevaron a la alcaldía de Almansa con mayoría absoluta, a la presidencia de la Diputación de Albacete y, posteriormente, al parlamento regional y a la dirección nacional del Partido Popular.

La crispación

Las relaciones entre ambas formaciones es tensa y queda de manifiesto en las ruedas de prensa diarias que celebran sus representantes. El gobierno regional sembró el germen de la crispación desde su toma de posesión. Cualquier declaración se ha utilizado para criticar con dureza a la anterior presidenta de la Comunidad, favoreciendo un clima de mayor tensión política y la confrontación. En el análisis objetivo de las comunicaciones e intervenciones oficiales, aparece más veces el nombre de la anterior presidenta y siempre en negativo que el del presidente. Incluso esa línea se ha mantenido tras el relevo de Cospedal al frente del PP castellano-manchego. Esa acción generó la reacción correspondiente por parte de los populares.

Además, el gobierno de García-Page ha desarrollado la teoría y la práctica de marginar al crítico y al discrepante, ya sea una organización civil, un político rival (incluidos los del propio partido), un activista o un medio de comunicación…

Un viceconsejero en cuya actuación el juez aprecia indicios de criminalidad

Y en ese escenario, dos temas le han quemado al gobierno. Por un lado el Caso Incarlopsa y el cambio de criterio en el reparto de las ayudas del FOCAL (Fomento de la Calidad Agroalimentaria), que ha beneficiado a las grandes compañías cárnicas en detrimento de las pequeñas empresas y las cooperativas, y las ayudas recibidas de empresas contratistas de la Junta de Comunidades por la Fundación Impulsa, que se encarga de la promoción institucional del gobierno. Por otro, el auto por el que se da por cerrada la instrucción del Caso Chiloeches y la supuesta trama criminal que operaba en la manipulación de residuos tóxicos y peligrosos. En ese auto el instructor considera que existen indicios racionales de criminalidad en el que era viceconsejero de Medio Ambiente del gobierno regional del presidente García-Page, en el que aprecia indicios de un delito de prevaricación medioambiental.
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