Santander se suma al modelo de gestión de oficinas que utiliza Liberbank en los pueblos de CLM

Este sistema de gestión, que Liberbank ya implantó como proyecto piloto en algunas localidades de Castilla-La Mancha y Extremadura. En el caso de la entidad de la antigua CCM, ésta cede la gestión de la oficina a un franquiciado, que se encarga de mantener la cartera de clientes de la entidad bancaria y de ofrecer los productos de la misma.

El modelo escogido por la entidad que dirige Ana Botín depende de un “agente colaborador”, profesionales autónomos a los que se les expide una licencia, con capacidad para abrir cuentas, solicitar tarjetas, contratar productos aseguradores o de inversión, ayudar en la contratación de préstamos y muchos cuentan también con cajeros automáticos instalados por la entidad. En la mayoría de los casos estos agentes también se encargan de comercializar otros productos como seguros ó tienen un negocio paralelo de asesoría.

La red cubre las potenciales carencias con un "tutelaje" desde las direcciones territoriales y su oficina de referencia valora, por ejemplo, la concesión de hipotecas.

De esta forma Santander quiere evitar desaparecer en algunos pueblos de la geografía española tras la reducción de oficinas resultante de la adquisición del Banco Popular.

El proyecto de Santander pasa por incrementar el número de agentes comerciales que actualmente trabajan con la entidad en un 25%, lo que supone que la entidad traspasará a gestores externos 221 de las 1.150 oficinas afectadas por el cierre de oficinas programado por la entidad tras la integración de Popular.