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Eurocaja Rural cumple los requisitos de solvencia de capital, aunque empeora los índices respecto a 2019
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(Foto: Eurocaja Rural)

Eurocaja Rural cumple los requisitos de solvencia de capital, aunque empeora los índices respecto a 2019

  • El porcentaje de capital de alta calidad (el ponderado por riesgos) se reduce en 0,63 puntos porcentuales
  • El Banco de España mantiene para 2020 el requerimiento a la entidad de mantener una ratio del 8,13% para capital de alta calidad y del 11,63% de capital

miércoles 15 de enero de 2020, 21:13h
El fin en 2019 del proceso gradual de aplicación de las normas de Basilea 3 para aumentar y garantizar la solvencia de las entidades financieras ya deja sus primeras cifras comparativas en Castilla-La Mancha. Eurocaja Rural cumple los requisitos de exigidos para 2020, aunque lo hace con un ligero empeoramiento de sus índices de solvencia de capital respecto a 2019.
El cumplimiento y el deterioro se produce tanto en la ratio de capital total como de capital de calidad (CET-1), que es el mínimo que deben mantenerlas entidades para hacer frente de forma inmediata a posibles imprevistos en relación con el riesgo que tiene asumido a través de los activos en su balance (capital ponderado por riesgos).

Tras el fin del proceso de aplicación de Basilea 3, el Banco de España requirió a Eurocaja Rural para 2019 y lo ha vuelto hacer también en 2020 que durante el ejercicio mantenga una ratio de Capital Total mínimo del 11,63% y una ratio CET-1 igual o superior al 8,13%. El Banco responde a los requerimientos con los últimos datos disponibles sobre la situación de estos indicadores. En ambos casos han sido los contabilizados a final de septiembre del año anterior. Y si hace un año los índices eran del 15,40% en ambos casos, en la actualidad se situaban en el 14,77%. Lo que supone que la entidad cumple ambos requisitos con cierta holgura, aunque el margen se ha reducido, tanto en el capital total como en el denominado capital de calidad. Se ha pasado de un margen de 3,77% puntos en el capital total a uno del 3,14%. En el CET-1, la variación es de un margen del 7,27% al 6,64%, que todavía es amplio respecto a las exigencias del supervisor.

Un año antes, en 2018, cuando todavía no se había terminado el proceso de transición el requerimiento de capital total fue del 11,405% y del CET-1 del 7.905. Para ese ejercicio, las cifras comparables (con todas las exigencias del regulador) referenciadas por la entidad se situaban en el 15,45% de Capital Total y el 15,21% de CET-1, lo que apunta a que el margen respecto a 2018 se ha reducido aún más.

En 2017 la entidad finalizó con un capital social de 414,28 millones de euros y en 2018 de 430,3 millones

¿Pero qué es Basilea, el CET1, el Capital Total mínimo? Para garantizar su solvencia, las entidades financieras están obligadas por el regulador a mantener un porcentaje de capital en relación a sus activos con riesgo. El CET 1 es el ratio que se toma como referencia para medir esa solvencia de los bancos y se basa no sólo en el capital ordinario de la entidad, (Common Equity) también en la ponderación de los riesgos.

Existen unos porcentajes mínimos establecidos por el Comité de Basilea, compuesto por los gobernadores de los bancos centrales del G10. Hasta la crisis financiera de 2008, este comité, en lo que se conoce como Basilea I y II establecía que esos mínimos se centraran en cubrir las posibles pérdidas de las entidades financieras.

La crisis financiera puso al descubierto la debilidad de algunas entidades por el crecimiento excesivo de los balances y por la caída en el nivel de calidad de sus fondos propios. Ello motivó en 2010 que se acordase (Basilea III) la exigencia a los bancos de aumentar sus reservas para evitar nuevas situaciones de rescate bancario y, lo que se consideraba primordial en el seno de la gobernanta de las finanzas, que se pudiera entrar en pánico bancario y en el crack financiero.

Esas exigencias de Basilea III se dividen en los denominados tres Pilares. El Pilar I es el de requerimiento mínimo de capital. El II se refiere al proceso supervisor y el III a las reglas de divulgación de la información por las entidades a fin de fortalecer la disciplina de mercado.

Con la nueva normativa establecida en Basilea III se pasó de un requerimiento mínimo de capital ordinario (Common Equity) antes de ajustes de un 2% a un requerimiento mínimo (Common Equity), con ajustes de un 4,5%. Si añadimos el colchón de capital que las entidades deben constituir, el importe del Common Equity debía ser de, al menos, un 7% del valor de los activos ponderados por riesgo. El proceso de aplicación ha sido gradual desde 2013 hasta 2019 en el que se debían alcanzar los mínimos exigidos. La Phase In, incorpora únicamente aquello que el regulador considera obligatorio en cada momento concreto del tiempo. En cambio, el CET 1 Fully-Loaded incorpora todas las exigencias del regulador.

Otro de los ratios exigidos para medir la solvencia es el del capital regulatorio, cuyo mínimo Basilea III estableció en el 8 por ciento, al que debe añadirse otro 2,5 del colchón de conservación de capital. En total un 10,5 por ciento.

El capital de máxima calidad está formado por activos con mayor capacidad para absorber pérdidas. El siguiente nivel incluye partidas que no son capital puro y que, por tanto, tienen menor capacidad para absorberlas. El capital que se toma como referencia para medir la solvencia de los bancos es fundamentalmente el CET-1.

En su requerimiento el Banco de España para 2019 y 2020 las ratios de capital incluyen el mínimo exigido por Pilar 1 (4,50% de CET 1 y 8,00% de Capital Total); el requerimiento de Pilar 2 (1,13%) y el colchón de conservación de capital (2,50%). Dicho de otro modo el CET 1 debe sumar el 4,5% del Pilar 1, el 1,13% del Pilar 2 y el 2,50% del colchón, lo que da un total del 8,13%. En el caso del Capital Total, el requerimiento del Pilar 1 exige 3,5 puntos más, por lo que al final el requerido es el 11,63%.
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