La crisis se puede llevar por delante 5.000 bares y comercios en nuestra Comunidad
lunes 07 de diciembre de 2020, 22:45h
Si nos atenemos a las estimaciones realizadas por los sectores afectados, la pandemia se puede llevar por delante 5.000 empresas de hostelería y del comercio minorista en nuestra Comunidad. Son sectores que se debilitaron con fuerza durante la anterior crisis, de la que todavía no se han recuperado.
Como cualquier crisis económica, la del coronavirus está ocasionando una transformación del tejido productivo de nuestra Comunidad. La financiera e inmobiliaria de 2008 provocó una fuerte sacudida en la construcción y sus industrias y servicios auxiliares, que perdieron presencia y peso en el entramado empresarial y en la generación de riqueza. Aquella crisis también se llevó por delante a industrias textiles y del mueble y en los servicios afectó al comercio minorista y a la hostelería. Doce años después del estallido de aquella gran recesión, la pandemia del COVID se ha cebado con fuerza de nuevo en la hostelería, el sector de alojamientos y el comercio minorista.
Ahora hay más empresas unipersonales, sin asalariados y también más empresas de grandes dimensiones, de más de 500 trabajadores, mientras se reduce el número de compañías que están comprendidas entre estos dos extremos (sin asalariados y más de 500 empleados).Las cifras revelan que, a principios de este año, el tejido productivo de Castilla-La Mancha todavía no había recuperado el nivel alcanzado al final del último ciclo expansivo. En enero nuestra Comunidad tenía todavía 9.110 empresas menos que en enero de 2008. Según el directorio de empresas que elabora el Instituto Nacional de Estadística, indica que a comienzos de 2020 y previo a la pandemia en nuestra Comunidad había 128.713 empresas, de las que el 53,6% era sin asalariados. Doce años antes, el porcentaje de las empresas sin asalariados estaba en el 49%. Este es el segmento que más crecía en valores absolutos (1.470). Mientras que en valores porcentuales las mayores subidas se las anotaban las compañías con más de 500 trabajadores, Así entre 500 y 999 empleados se ha pasado de 9 a 67 (644,7%), de entre 1.000 y 4.999, de 6 a 13 (116,7%) y hay 1 de más de 5.000 trabajadores cuando antes ninguna llegaba a esta cifra.
La pandemia amenaza ahora a sectores que, como la hostelería, ya pagó una alta factura en la crisis pasada, con una pérdida de casi 1.000 empresas del sector, el 9,3% del total. Las previsiones de los propios empresarios cifran entre un 20% y un 30% los establecimientos que cerrarán como consecuencia de la crisis económica provocada por la pandemia, lo que supondría una pérdida de entre 2.000 y 3.000 establecimientos en nuestra Comunidad. Otro tanto sucede con el comercio minorista, la Covid amenaza con llevarse por delante no menos del 10% de las empresas del sector, lo que en números absolutos equivaldría a un mínimo de 2.000 empresas.
La cuestión es cómo se reorganizará el tejido productivo tras la pandemia. Con la crisis anterior perdieron peso la construcción, tanto general (-9.000 empresas menos, 47%) como especializada (-3.800 compañías), la ingeniería civil y las industrias y servicios auxiliares de este sector, como la extractiva para materiales, la de puertas y madera, la del hierro…) y crecieron en número las de los sectores dedicados a las ventas y reparación de coches, las de profesiones científicas y técnicas, las administrativas, las de seguridad, las de telecomunicaciones… La pérdida de peso de construcción, hostelería y comercio, ha sido suplida en parte por actividades auxiliares para familias y empresas.
Una de las actividades que más cayó en la anterior crisis fue la de investigación y desarrollo. El número de compañías dedicadas a esta tarea cayó a menos de la mitad. La administración autonómica y los fondos europeos de reconstrucción jugarán un papel importante en el nuevo mapa sectorial del tejido productivo regional.
De momento, por lo que respecta a los fondos de protección (REACT-UE), el gobierno regional va a destinar la cuarta parte de los mismos durante 2021 a la protección de empresas y empleo, mientras que la mayor parte se destinará a sanidad, educación y servicios sociales, lo que directa o indirectamente incidirá en las empresas de estos sectores.
La cuestión está en los fondos de recuperación. La economía circular, y la llamada economía verde será una de las principales beneficiadas. Durante la anterior crisis se produjo una concentración tanto de las compañías de generación de energía limpia como del sector de gestión de residuos, anticipando por donde caminaría la economía en el futuro.