La Consejería de Sanidad no logra controlar el gasto en medicamentos y productos sanitarios. A finales de octubre, Castilla-La Mancha se mantenía junto a Valencia, como las primeras Comunidades Autónomas, con un gasto descontrolado, con un crecimiento interanual del 4,7 por ciento, cuando la media del conjunto de regiones era del 1,3 por ciento.
El gasto en productos sanitarios y de farmacia financiado con fondos públicos ha aumentado en Castilla-La Mancha en casi 100 millones de euros al año. Si en 2014 la media mensual era de 69 millones, en 2016 se ha elevado a 77 millones. Esta situación provoca que se tengan que aportar recursos adicionales a estas partidas, detrayéndolos de fondos destinados a mejoras de las infraestructuras y tecnología sanitarias y lastrando la mejora del sistema e incluso que se tenga que acudir al crédito para poder pagar este gasto.
El descontrol de los gastos en medicamentos y productos sanitarios en el último año lastra el sistema público de salud en Castilla-La Mancha
Aunque el consejero de Sanidad afirmó públicamente que somos la segunda Comunidad en las que menos crece el gasto en recetas, los datos oficiales demuestran lo contrario. Con el actual equipo, en el último año el gasto se ha disparado y está fuera de control. De hecho, el propio presidente del Gobierno, consciente de la gravedad de la situación que se ha generado en los últimos meses, ha tenido que pronunciarse y hace una semana manifestó la posibilidad de que Castilla-La Mancha establezca un sistema de subasta de medicamentos similar al que tiene Andalucía y que se basa en una compra de medicamentos mediante una puja a entre laboratorios.
En millones, el gasto en los diez primeros meses del año le ha supuesto a las arcas de la Comunidad Autónoma 770 millones de euros, lo que hace temer que a final de año supere los 900 millones de euros. En 2014 el gasto en ese mismo periodo fue de 693 millones y en 2015 alcanzó los 735 millones. Descontada la repercusión del coste de los retrovirales contra la hepatitis C, los datos de 2014 se quedaron en 690 millones; en 2015, en 700 y en 2016 en 758 millones.
El total de 770 millones se desglosan en tres grandes bloques: 202 millones en farmacia hospitalaria, 409 en recetas y 159 en productos sanitarios.
De los 202 millones en medicamentos en hospitales, 12 se destinaron a los retrovirales de la hepatitis C. Descontado el coste de este tratamiento, el total del gasto en productos farmacéuticos y sanitarios de nuestra región ha crecido el 8,2 por ciento, también por encima de la media, que se sitúa en el 5,6 por ciento. Este apartado incluye los medicamentos financiados con fondos públicos en los hospitales y centros de atención sanitaria y sociosanitaria.
El crecimiento del gasto en Castilla-La Mancha es casi cuatro veces superior al del conjunto de Comunidades Autónomas
Hasta octubre, Castilla-La Mancha había gastado en recetas en oficinas de farmacia casi 28 millones más que el año pasado, un 7,3 por ciento, cuando la media nacional ha sido del 4,4. Si en 2016 el gasto es de 409 millones. En 2015 el gasto en recetas a 31 de octubre era de 381 millones de euros. En 2014 a esa misma altura de año ascendió a 379 millones. En este apartado se incluyen los pagos en medicamentos y/o productos sanitarios que, financiados con fondos públicos, que se dispensan en oficinas de farmacia a través de receta. De hecho, a finales de mes no quedaba dinero suficiente para cubrir los pagos a las farmacias de noviembre y diciembre y, el gobierno regional ha tenido que recurrir al crédito para poder pagar a los farmacéuticos.
Por lo que respecta al gasto en productos médicos sin receta, en 2014 el acumulado en octubre era de 140,88 millones de euros, en 2015 fueron 236,95 y en 2016 ha ascendido a 242,94 millones.
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