Los agricultores castellano-manchegos son los que están soportando el grueso de los recortes y el retraso en la gestión del Gobierno regional. A finales de noviembre, el ejecutivo autonómico mantenía casi 100 millones de euros del presupuesto de este año en partidas en ejecución cero, es decir, que empezando el último mes del año todavía no se habían empezado a gestionar. Exactamente son 97,3 millones, de ellos la mayoría se contabilizan en la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural.
Empleo, ayudas a la dependencia, a industrias agroalimentarios o a la competitividad empresarial se ven afectadas por un elevado retraso en la gestión
En concreto, este departamento no había iniciado las actividades para pagar 69,63 millones en ayudas a agricultores y ganaderos. A estas partidas habría que sumar la baja ejecución de otros proyectos y programas, lo que está haciendo que las ayudas e inversiones, en su mayoría procedentes de Fondos Europeos, no lleguen a los agricultores ni a las industrias del sector. De hecho, este departamento es el que peor gestión económica esta realizando. Con un presupuesto inicial de 1.383 millones de euros, en su mayoría de fondos para transferir a agricultores y ganaderos, a falta de un mes para terminar el año sólo había gastado 878 millones.
Tan solo en el programa de Política Agraria Comunitaria, la Consejería había presupuestado 62,4 millones para ayuda a las empresas. A lo largo del año redujo la cuantía a 54,26 millones de euros, sin que se haya gastado un solo céntimo.
Además de esas ayudas de la PAC, mantienen ejecución cero las ayudas a la investigación agraria, a productores de frutos secos, a las agrupaciones de productores, a industrias pesqueras, los fondos para los convenios financieros para la producción animal, a las agrupaciones de defensa sanitaria….
Otros expedientes de ayudas llevan un retraso considerable. Ese es el caso de las destinadas a regadíos y explotaciones agrarias. De 47,14 millones, la Consejería sólo ha autorizado gasto por 16,65 millones, el 35 por ciento. De los 49 millones para ayudas a la reconversión del viñedo sólo había gastado 21.
Otros retrasos preocupantes son los que afectan al principal motor de la economía regional, las industrias agroalimentarias. Así, de 1,11 millones para subvenciones destinadas a mejorar la comercialización agroalimentaria, se han gastado 130.000 euros. De los 4,38 millones para las denominaciones de calidad, se han gastado 630.000 euros. En ayudas a empresas agroalimentarias para nuevos procesos, productos y tecnología, han pagado 30.000 euros de un presupuesto de 1,2 millones. De las subvenciones para industrias y mercados agroalimentarios, la Consejería sólo ha hecho llegar a sus destinatarios 23,5 millones de los 112 que aprobaron las Cortes.
Otras partidas que reflejan la lenta gestión de Agricultura pueden verse en las ayudas al sector vitivinícola, un fondo dotado con 2,75 millones de euros, del que se han gastado 280.000 euros. Las subvenciones para mejoras forestales en montes de utilidad pública ascienden a un millón de euros. A falta de un mes para finalizar el año se habían gastado 190.000 euros.
Otro de los departamentos que acumula partidas en gestión cero es el de Economía, Empresas y Empleo. Esta Consejería tiene 19,5 millones en esas circunstancias, las mayorías de ellas relacionadas con el empleo y con el plan Adelante. En concreto, a falta de un mes para acabar el año, tenía en ejecución cero los 5,09 millones de euros para Formación para el Empleo, un programa financiado por el Fondo Social Europeo. Lo mismo ocurre con los 2 millones para capacitación en formación ocupacional, los 842.000 euros para contratos de colaboración social. Tampoco ha transferido ni un céntimo a las empresas para seguridad laboral, los fondos para promocionar el autoempleo, o las ayudas parra orientación del mercado de trabajo.
En cuanto al tejido empresarial, Economía tiene sin empezar a gastar los 4,65 millones destinados a que las empresas mejoren su competitividad, 2,95 millones de euros del Plan Adelante y otros 650.000 euros para la mejora comercial, también dentro del Plan Adelante.
En Educación, se mantiene en gestión cero 1 millón de euros en ayudas a los municipios para el programa de educación infantil y primaria, 1,23 millones para educación permanente de adultos o 500.000 euros en secundaria y formación profesional.
En Sanidad, con independencia de la gestión del SESCAM, la Consejería tenía fondos para ayudas a los municipios para la construcción de consultorios de salud. Esa partida no se ha empezado a gestionar a un mes para terminar el año, lo mismo que el dinero destinado a becas en formación sanitaria.
Por otro lado, la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas mantenía congelados los 3,88 millones del Fondo de cooperación local y otro 1,05 millones de euros para apoyo a las entidades locales.
Una de las partidas de Bienestar Social que lleva mayor retraso es la de ayudas económicas a la atención a la dependencia. De los 102,45 millones presupuestados, solo se habían pagado 54. Y Economía mantenía sin ejecutar 700.000 euros de ayudas de renta de subsistencia.
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