EN LOS PRESUPUESTOS DE 2017, GANA FOMENTO Y PIERDE AGRICULTURA

Treinta diapositivas de power point y cincuenta minutos han servido al profesor y consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, para presentar a los medios de comunicación el origen y el destino de los 8.919,8 millones de euros que constituyen el presupuesto de la Comunidad Autónoma para 2017.

A falta de conocer el detalle, las grandes cifras indican que el gobierno mantiene la senda de que sea el sector agrícola el que pague el desarrollo de las políticas de Bienestar Social. En concreto, la Consejería de Agricultura sólo crece el 0,9 por ciento, cuando la media de la Junta de Comunidades lo hace el 5,9. Las políticas que más crecen son las de Fomento, Consejería que ve incrementado sus fondos en un 10,5 por ciento, fundamentalmente en los programas de infraestructuras generales, Urbanismo y Vivienda. Y si las carreteras y la vivienda encabezan el crecimiento porcentual, el mayor aumento se lo llevan los pagos de los créditos que tiene nuestra Región. En total Castilla-La Mancha dedicará 1.755,5 millones (1,9 euros de cada diez) al pago de su deuda.

Aún más, el presupuesto expansivo para 2017, crece mediante el aumento del endeudamiento. El ejecutivo tiene previsto acudir al crédito para captar 1.900,5 millones con los que sufragar el gasto. Esa cuantía son 170,9 millones más que en 2016, lo que equivale a un alza del 9,8 por ciento. El consejero ha señalado, no obstante, que por primera vez en los últimos años se produce en un ahorro financiero neto de 78,2 millones de euros.

Lo cierto es que los ingresos por impuestos y transferencias solo llegan a cubrir 7.019,3 millones de los 7.154,5 a los que asciende el gasto no financiero. El consejero se ha mostrado convencido de que, a finales de año, Castilla-La Mancha cumplirá con el objetivo de endeudamiento y no rebasará el 35 por ciento del PIB.

1,9 de cada diez euros se destinarán a pagar los créditos que tiene la Comunidad

Un Producto Interior Bruto que el ejecutivo calcula que crecerá un 2,5 por ciento, lo que no permitirá reducir la brecha que nos separa de la riqueza media nacional, ya que nuestro país aumentará su PIB en el mismo porcentaje. Y si el consejero sí adelantaba los datos del PIB, no se ha atrevido a hacer lo mismo con el impacto que tendrán estos presupuestos en la generación de empleo.

En otro orden de cosas, el Gobierno mantiene la subida de la presión fiscal llevada a cabo el año pasado y no ha abordado como le exigía Podemos la subida del tramo autonómico del IRPF, que equivale al 50% de lo que Hacienda recauda en nuestra Región. El ejecutivo autonómico no ha podido llevar a cabo esa reforma impositiva porque el ejercicio de devengo ya estaba iniciado y la ley no se lo permite.

No obstante, a preguntas de clm21.es, Ruiz Molina ha reconocido que durante este año se va a abordar la reforma de la parte autonómica del impuesto, que puede afectar a los cinco tramos existentes en la actualidad y a los tipos que se aplican en cada una de ellos, así como a las deducciones. Esa reforma en la que se prevé un nuevo aumento de la presión fiscal entrará en vigor en 2018 y los ciudadanos sentirían esa subida de impuestos cuando realizasen su declaración de la renta en la primavera de 2019, coincidiendo con la campaña electoral de Castilla-La Mancha.

En el capítulo de gastos, el ejecutivo mantiene unos objetivos de buenos propósitos, algunos de ellos cuya realización se contemplaba en 2016 y que no se abordaron. Por funciones que agrupan los grandes bloques del gasto no financiero, además de los programas agrícolas los servicios sanitarios, crecen porcentualmente por debajo de la media.

Y si 1,9 de cada diez euros los va a dedicar el gobierno a pagar sus deudas, tres los va a destinar a sanidad; 1,8 a educación; 1,55 a agricultura; 0,78 a servicios sociales; 0,29 a desarrollo económico; 0,28 a infraestructuras y 0,12 a investigación, desarrollo y nuevas tecnologías. Al funcionamiento de la administración destinará 0,17 euros de cada diez.

Estas son las previsiones iniciales de gastos e ingresos. La realidad demuestra que, a final de año, el Gobierno se queda por debajo en la recaudación y tampoco alcanza los niveles de gasto que ha previsto. El consejero ha señalado que todavía no se conocen las cifras reales de la ejecución del presupuesto de 2016, porque todavía no se ha cerrado. Esta circunstancia impide también determinar si nuestra Comunidad ha cumplido o no el objetivo de déficit fijado, situado en el 0,7 del PIB para el pasado año. En 2017 esa meta es del 0,6 y el ejecutivo confía en que estos presupuestos permitirán su cumplimiento.